19 de noviembre de 2011

Wynton Marsalis & Eric Clapton – Play The Blues Live From Jazz At Lincoln Center

Una extraña pareja es la que forman el trompetista Wynton Marsalis y el guitarrista Eric Clapton. Provenientes de ámbitos bien disímiles, el jazz y el blues cuando se encuentran en Nueva Orleans ha sido el punto que los ha unido y el que ha logrado que en esta grabación, capturando a ambas estrellas en directo, surja la magia, sus instrumentos dialoguen con fluidez y el arte brote a raudales tanto cuando interpretan Layla, de Clapton, como el clásico Ice cream. Sin duda, Nueva Orleans y sus muchos afluentes sonoros siguen siendo ese lugar fascinante donde todas las músicas y estéticas pueden confluir y reformularse según los cánones que transforman un funeral en jolgorio mayúsculo. Para culminar la incandescente labor de la pareja, el enorme Taj Mahal se une a ellos en la recta final. Un álbum tan inesperado como soberbio. (El País)

Tracklist:

1. Wynton Marsalis & Eric Clapton – Ice Cream

2. Wynton Marsalis & Eric Clapton – Fourty-Four
3. Wynton Marsalis & Eric Clapton – Joe Turner’s Blues
4. Wynton Marsalis & Eric Clapton – The Last Time
5. Wynton Marsalis & Eric Clapton – Careless Love
6. Wynton Marsalis & Eric Clapton – Kidman Blues
7. Wynton Marsalis & Eric Clapton – Layla
8. Wynton Marsalis & Eric Clapton – Joliet Bound
9. Wynton Marsalis & Eric Clapton – Just A Closer Walk With The (feat. Taj Mahal)
10. Wynton Marsalis & Eric Clapton – Corrine, Corrina (feat. Taj Mahal)


15 de octubre de 2011

15O y la molestia ante un mundo no estático

El 15O, como lo dice su nombre, se llevará a cabo a partir de mañana 15 de octubre, aunque está anunciado desde hace meses a través del globo terráqueo, los “críticos” empiezan a hacer sus apariciones desde ayer, tomemos esto en cuenta para futuras referencias en este escrito.

15O es un movimiento global, sin cabecillas, sin partidismos, sin alas ni lados políticos que busca hacer conciencia y educar a tantas personas a las que aún lo siguiente les parece salido de una película de sci-fi distópica y no de la realidad misma que vivimos desde hace años y que cada día se hace más fuerte: el secuestro de la sociedad, la educación, el sistema económico y el sistema político mismo por parte de las grandes corporaciones, los banqueros y Wall Street.

Hace unas semanas tuve un par de discusiones interneteras en las que me di cuenta de cómo incluso gente “educada”, “culta” y que se dice “progresista” no tiene gran idea ya no de los problemas que posan este tipo de movimientos, pero de algo más importante, de la relación global entre ellos y de la relación global de los sistemas y subsistemas bajo los que funciona el corporativismo autocrático y cómo influye en la política mundial. Para ellos esto es algún tipo de paranioa a la Maussán o un invento de “chairos”, “izquierdosos” y “revolucionarios de sillón”

¡Conspiración de locos chairos!

Ciegos a que lo que se hace en Wall Street afecta al mundo entero, a que los bancos se sacan el dinero del trasero sin que este sea representación de un bien real, a que los créditos sobre los que todos vivimos son los que crean las burbujas que luego estallan en el mundo como pasó en el 2008, a que los movimientos de “indignados” en Grecia, España, Inglaterra, China e Islandia tienen de fondo la misma “indignación” y discurso: que un sistema financiero con ambición infinita no sólo nos hundió en una crisis económica mundial, hace dinero de esto mismo y hace que el 99% de la población se haga más pobre mientras que banqueros, apostadores de Wall Street y dueños de corporaciones monopólicas se hagan cada día asquerosamente más ricos.

La gente necesita aún el credencialismo incluso cuando las cosas se tratan de sentido común y/o ponerse a leer un poquito o ver un par de documentales, así que un pinche bloguero pelado que se expresa con memes de internet y con sólo un par de publicaciones “serias” no les va a servir, invitemos a David Harvey, profesor de la City University of New York y parte de la London School of Economics a decirles lo mismo, y para los que les da muchísima hueva leer -pero que esto, obviamente no les impide “opinar”- va con monitos, no se me vayan a cansar:


Las posturas de los críticos ante un movimiento de resistencia pacífica que lucha por sus derechos básicos mientras ellos no lo hacen:

1) No tengo idea de esto o de lo que trata, pero el chiste es opinoestorbar. (autoexplicativa)

2) La identificación negativa o positiva.

Alguien que conocemos, odiamos o admiramos está a favor o en contra del movimiento. El que está en contra de algo suele pensarse el “no borrego”, la realidad es más compleja, como siempre; el que justifica su postura en contra ya que “x” es “un chairo” y está a favor de esto es más borrego que los de los pastorcitos, borrego, prejuicioso e ignorante, sí señor, así de fácil. Los argumentos son argumentos, las falacias Ad Hominem son eso y nada más.

3) Oh, por dios, no otra revolución mexicana de chairos locales u otra payasada como el Apagón Televisa.

No es México, es global, se ha unido hasta ahora el 40% de los países de la tierra. Se trata de hacer consciencia y abrir plataformas a diálogos y propuestas ante un problema global, no es una revolución en los términos normalmente asociados a ella y mucho menos armada, la consigna más grande de todas, arriba de todo manifiesto es: Resistencia pacífica.

Facilito, no tiene pierde.

4) No hay propuestas claras.

La propuesta es tan clara, pero tan global, que a la gente cómoda con el sistema actual, aunque esté virtualmente esclavizada a diario en un trabajo para seguir cumpliendo y perpetuando el ciclo trabajo – producción – consumo – enriquece al de arriba, no le entra:

Se debe, de mínimo, regular corporaciones y bancos en sus prácticas de corrupción, esclavización y nula ética, regular monopolios, programas de austeridad para políticos y millonarios, más impuestos para los ricos en vez de más impuestos para los que de por sí no tienen nada o se van empobreciendo más día a día gracias a este sistema. La gente necesita espacios tanto físicos como mentales para llevar a cabo lo importante, lo creativo, lo personal y las relaciones; un sistema que no te permite esto, para estar haciendo rico al de arriba y empobreciéndote a ti, simplemente ya no es viable y no tiene por qué no haber de otra, otra de las clásicas necedades y faltas de visión.

Aquí el manifiesto con propuestas muy claras de #OccupyWallStreet ,”¿Y esos qué? estamos en México”, a ver si ya vamos entendiendo que todas estas manifestaciones alrededor del mundo y desde hace años, en especial en los últimos meses, no son “casos aislados” y que todas piden lo mismo, la diferencia es simplente hacia quién se dirige “localmente” el reclamo. Me supongo que tampoco se debe saber de todos los bancos mexicanos y del mundo que responden o son ramas de “Bank of America”, que el FMI tiene un “internacional” en su nombre y que las empresas trasnacionales se llaman así por algo. Ah, pero no, esto es un rollo local de porros de la UNAM y resentidos sociales mexicanos, dicen, lawlz. ¿Quién dice?:

5) Son chairos, hippies, vagabundos y desempleados, gente que no tiene nada que hacer.

Los desempleados por algo están desempleados… ¿duh?, este nuevo artificio lingüístico “chairo” tiene la función de palabra rehén de cualquier discurso, como suele ser en estos casos, le funciona a todo y a todos para encajonar algo cuando uno no está de acuerdo, por razones válidas o inválidas. Tiene la misma función de supuesto valor universal categórico, como otro constructo lingüístico, “de mal gusto”, un término vacío sin apuntalamiento en lo real que sirve de recipiente-significante para ser llenado, simple y sencillamente, con el significado “Lo que a mí no me gusta” y voilá, ¡ta-dah!, la magia de las palabras.

La gente que “no tiene que hacer” tal vez sí tenga algo que decir, tal vez tiene que decir: no pienso estar en algo que odio funcionando como un robot mínimo 8 horas al día para apenas sobrevivir y alimentar a mi familia, desprovisto de toda creatividad y tiempo para mí, para mis ideas y lo que yo quería ser, no lo que pude ser porque un sistema no me dejó más opciones.

Vamos a ver con quién nos identificamos y en qué lado del espectro ideológico andamos, ya que, un mal de la época y de nuestra generación de los 30 a los 50 años es justamente el estar en un lado del espectro cuando en realidad estamos en otro, el mundo cambia rápidamente y lo que creíamos que era “contracultura” hace 15 años hoy es la cultura misma que vivimos; no es lo mismo los 3 mosqueteros que 20 años después y creer que sabemos el paradigma mundial cuando seguimos de “forevers” en nuestro rollo es simplemente, más ignorancia, así, con sus 10 letras.

Algunas personas que piensan que estos movimientos son de hippies o ninis y que mejor deberían callarse, ponerse un traje e irse a trabajar:

Bill O´Reilly, comentarista político de, ahí nomás, la maquinaria moralista y mañosa llamada “Fox News”, un ortodoxo de ultra derecha muy popular en estados unidos.

En contra de este tipo de movimientos están obviamente todos los millonarios, todos los dueños de monopolios, gran parte de la política de derecha, el Tea Party, pero de izquierda también, finalmente a los políticos no les conviene dejar de ganar los 400 mil pesos mensuales que llegan a ganar los diputados, o más.

Cito algunas joyitas del texto “Las perlas del debate de la reforma política“:

- “Si nos ponemos a dar voz a cualquier grupo, al rato podemos estarle dando voz a grupos subversivos; tenemos que tener cuidado que sean grupos verdaderamente representados en la sociedad para hacer una movilización de la sociedad entera”: Jorge Kahwagi (Panal)

- “Estas reformas sólo se darán cuando ocurra una insurgencia ciudadana como la de los indignados”: Jaime Cárdenas (PT).

¿Quién está a favor?

La imágen de arriba la tomé de una discusión en Buzzfeed en los primeros días de #OccupyWallStreet, en español:

Tal vez, en vez de estar protestando contra el éxito, esos hippies sucios deberían levantarse de sus perezosos traseros y hacer lo que esta gente hizo: Obtener un trabajo, crear una crisis financiera global y ser recompensados por su absoluta incompetencia con un trillón de dólares.


Noam Chomsky, filósofo y lingüista de MIT, según el New York Times “el pensador contemporáneo más importante” y bueno, si no sabemos quién es Chomsky y cómo ha influenciado nuestra cultura actual, hay que dejar un rato el TVyNovelas.

Slavoj Zizek “El gigante de Ljubljana”, filósofo, psicoanalista y analista político, otro de los grandes pensadores contemporáneos.

Y muchos actores, directores, artistas y pensadores de todos lados del mundo, pero no quiero quitar espacio ni quiero caer en crear yo mismo una falacia ad hominem o ad populum, los argumentos se han ido desarrollando, llamémosle “argumentación con patadita guajolotera”

Un video que he puesto en varios lados y que se debe ver, para saber dónde estamos parados, con un poco de humor:

6) Simplemente estoy cómodo con cómo funciona el sistema, mi vida no está afectada y aparte la palabra “sistema” me da como “guácalas, we”, si esas cosas ni existen, tú.

Lo sentimos, el 90% o más de la población mundial, si no se está muriendo de hambre, no está cómoda y no se va a quedar callada por que tú estés muy agusto, tal vez es momento de repensar tus prioridades, estilo de vida, los recursos finitos de la tierra que es tu hogar y la gente que se muere de hambre alrededor mientras tú haces más rico a Ronald Mcdonald.

Recordemos la naturaleza de este sistema, mientras a unos les va bien, necesariamente otros son los depredados y siempre, siempre, habrá turnos. Qué bueno que te vaya bien, ya te tocará, así es tu amigo el capitalismo sin regulación, y mala noticia: con regulación también.

¿Se acuerdan cuando los clasemedieros podíamos comprarle regalos a todos y cada uno de los miembros de nuestras familias en vez de hacer rifas o “intercambios”? ¿Saben que lo mismo pasa en todo el mundo? ¿Sabes cuántos “chinitos” ojerosos y muertos de hambre trabajan 12 horas diarias por 3 dólares para hacer tu iPod y tus Nike?

Behind the Swoosh from Jim Keady on Vimeo.

I rest my case

7) Esto es socialismo, comunismo o parte de esas nuevas tendencias New Age que funcionan como cultos.

Todos los ismos funcionan igual, con dinero, corporaciones, bancos y a través de una política movida por los intereses de los mismos, no tiene que ver con regímenes o tendencias políticas de este tipo. Si bien muchos idealismos que se han puesto “de moda” últimamente como el movimiento Zeitgeist o el Venus Project hablan de lo mismo, ofrecen una solución futurista y demasiado idealista, cuando lo que se necesita es cambiar las cosas hoy y ahora, con los recursos que están a la mano; también es cierto que llegan a funcionar de manera sectaria y eso los separa de las personas que de fondo luchan por lo mismo pero que no tienen las mismas propuestas como solución. Estos movimientos, así tengan buenas intenciones y sean propositivos, no dejan de ser un tentáculo más de algo mucho más grande y definitivamente NO su origen.

!Esas mamadas son socialistas, chairo!

Mientras tachas de rojillo a los demás, los ricos juegan al socialismo,

pero sólo entre ellos, lolz, bienvenido al desierto de lo real, Neo.

8 ) Esto seguramente es una onda de MORENA, del Peje o de pejezombies.

No dudemos en que los morenos, pejezombies y otros populistas no sólo se unirán a este movimiento, también intentarán partidizarlo, politizarlo y llevarlo hacia sus rangos buscando votos, esto es inevitable, es la naturaleza del populismo, pero una vez más, hay que diferenciar entre origen, el discurso central y aquellos que se treparán a él con una agenda propia, aguas.


¡Otra oportunidad para subirnos a partidizar y opacar un movimiento que nada tiene

que ver con nosotros, MOREPNOS, yay!


9) La resistencia civil pacífica y mostrar simple indignación no sirve de nada, mucho menos en las redes sociales.

Díganselo a la Mendicuti, ignorante y cínica exdiputada destituída después de que “indignados”, “ninis” y “hippies” que “no tenemos nada que hacer” escribimos aquí y allá al respecto, hicimos un hashtag en twitter, un grupo en facebook, juntamos 800 y tantas firmas en un documento llevado al gobierno por @amerikapa y @munozoliveira. Díganselo al “arab spring” en medio oriente, díganselo a los 100 hippies que empezaron en #occupywallstreet que ahora son miles, si no millones, en alrededor de 80 ciudades en Estados Unidos, dándole fuego y bríos a #15O en 951 ciudades de 82 países.

Captura de pantalla desde 15october.net

Aquellos que creen que un movimiento en las redes sociales es únicamente un #hashtag inútil para llenarlo de idealistas a los que “mañana se les olvida todo” son aún más ignorantes y reduccionistas que aquellos que creen lograrlo únicamente con uno. Un hashtag o un grupo en facebook es la punta del iceberg de movimientos que se gestan y crecen tanto fuera como dentro de las redes sociales. Podemos ver cómo los medios tradicionales no se encargaban de Occupy Wall Street hasta que hubo violencia por parte de la policía y eso les generaría rating aunque fuera en contra de sus mismos poderes, patrocinadores e intereses. Las personas que opinan así de los hashtagas y sus “revoluciones” suelen ser los mismos que mientras no aparezcan las cosas en el canal de las estrellas entonces “no está pasando nada y no es importante”, valientes, cultos, visionarios e investigadorsísimos críticos nos salieron.

10) Pero siempre andan poniendo que no sé qué y nunca pasa nada.

Sí pasa, pasa que la gente se entera y se educa. Pasa la historia, pasa que las cosas no cambian de un día para el otro. Los cinismos del tipo “¿Qué pasó con la reforma política, no que hoy seríamos otro México?” sólo demuestran, otra vez, la ignorancia y prejuicio de quien no se entera de cómo funciona una sociedad y una cultura, de cómo van moviéndose a través de la historia y lo más importante: que nuestra vidita es un grano de arena en lo vasto de la historia, y ver a las dos como algo estático es resultado de asumirse como una pequeñez desprovista de poder, peligrosa mediocridad autoglorificada.

Ahí están los libros de historia e internet, esto no es de “enchílame esta gorda” y si se cree que la validez de un movimiento social y de intervención ciudadana que busca ampliar los derechos de todos, incluso de sus detractores, se mide de la noche a la mañana, habrá que echarle más ganas al estudio de la historia y a las críticas que se generan sin pensar en ella.

¿Cuál historia? pérame…

¿Cómo que es lo que está pasando ahora mismo? quítala,

que el cerebro se me tropieza con ella.

11) Me da miedo que mis bandas, amigos y familia me tachen de “revoltoso”, “revolucionario de sillón”, “nini”, “izquierdoso”, “hippie” (bla bla bla…).

Es de sabios cambiar de opinión, y cuando se tienen argumentos, cuando se cree en algo, cuando cambia el paradigma, no mostrar ese cambio de opinión y asumir sus consecuencias, es de cobardes y de pusilánimes ideológicos.

¿El mago de Oz tendrá un par de huevitos?

12) Ni estoy “indignado” y no tengo por qué hacer nada si no me da la gana.

En efecto, es válido y esta lucha incluso afirma ese derecho y libertad que tienes de no hacer una chingada al respecto, adelante.

Nomás no pinches estorbes.

Comper…

12) No va a pasar nada de todas maneras.

No lo sé, no lo sabes tú, no lo sabe nadie, lo mismo se decía del “Arab Spring” y de todos los ejemplos que he puesto antes. Pero si te interesa ¿Por qué no intentarlo y darte una vuelta, aunque sea para curiosear y platicar con la gente, mañana en el monumento a la revolución o cualquier otro punto de los ya varios que se están planeando ocupar?

Si no pasa nada, no pasa nada y ya ¿cuál es el pedo?

Ahora, te platico otro secretito de la historia misma y de todo lo que pasa diariamente, así sea lo más mínimo: Nunca pasa que “no pasa nada”, siempre algo se queda, en ti o en los demás, una semilla, una cosquilla, algo que más tarde puede generar más cosas.

12) Creo que el paradigma está cambiando y me molesta, Hill, es más, me cagas tú y todos los hippies anarkopunks idealistas de mierda que apoyan estas idioteces.

¡Hoal! bienvenido al 2011. Besos y Nyan cats para ti :3

Nos vemos mañana, o no.

2 de abril de 2011

¿Por qué los políticos mexicanos no hablan del coeficiente de Gini?

Historias del más acá

Carlos Puig

  • 2011-04-02•Al Frente

La felicidad ya no está determinada por el ingreso, sino que se vincula con otros factores, como la cohesión social, asociada a la igualdad de oportunidades. A la larga, el nivel de esa cohesión tiene que ver con una sociedad más igualitaria, donde las diferencias entre los ingresos se han atemperado, pero los costos de la desigualdad son muy amplios y lo indican las estadísticas.


Indicador social. Abril de 2011. Foto: Héctor Téllez

El ex presidente chileno Ricardo Lagos ha presentado el documento “Chile 2030: siete desafíos estratégicos y un imperativo de equidad”, una reflexión profunda, un reto a sus compatriotas a pensar qué país quieren ser.

Del texto reproduzco un fragmento sobre el reto de la igualdad con dos advertencias: el producto interno bruto per cápita de Chile y México son prácticamente idénticos. Así que podría usted en lo que sigue sustituir “Chile” por “México” y preguntarse por qué no es esa la discusión mexicana del 2012:

En los próximos diez o doce años, Chile será un país desarrollado, si entendemos por “país desarrollado” el que ha alcanzado un ingreso por habitante de 20 mil dólares por año. Los que vienen serán también años positivos para muchos de nuestros vecinos en América Latina. El motor de la economía china, como se ha dicho, seguirá empujando el crecimiento de la región: cuando China crece un punto porcentual, países como el nuestro crecen al menos un 0.4%. Ello significa que si China sigue creciendo a un ritmo de 10% anual, tenemos garantizado un crecimiento del orden de 4%.

Pero no confundamos crecimiento económico con desarrollo: tenemos que definir hoy qué tipo de sociedad queremos construir en Chile durante los próximos veinte años, y abordar, ahora, los cambios necesarios para sentar las bases de ese futuro. Nadie lo hará por nosotros.

Al menos desde la revolución industrial, las sociedades han depositado su confianza en que un aumento en la producción de bienes acarreará mayor bienestar y mejores condiciones de vida para sus integrantes. Después de la Segunda Guerra Mundial, el crecimiento del producto interno bruto prácticamente se universalizó como medida estándar del crecimiento económico, y el crecimiento en sí se transformó en el objetivo final de las políticas de desarrollo. Sin embargo, hoy, por primera vez, constatamos que en los 30 países más ricos del mundo el crecimiento de la economía ya no implica, necesariamente, una mejora en los indicadores sociales, de salud o de educación.

Claramente, la relación directa entre crecimiento económico y mejoramiento en los indicadores sociales es nítida en las primeras etapas de desarrollo, pero una vez que se alcanza el límite de 20 mil dólares de ingreso anual por habitante, lo central pasa a ser la distribución del ingreso. Es la distribución del ingreso la que explica los avances y retrocesos de los países ricos, no el ingreso por sí mismo.

Si analizamos la relación entre ingreso por habitante y esperanza de vida, países con un ingreso de entre mil y tres mil dólares (Zimbabue, por ejemplo) presentan una esperanza de vida de poco más de 40 años; países cuyo ingreso por habitante se acerca a los ocho mil dólares (como El Salvador), tienen una esperanza de vida de 71 años: los indicadores mejoran en relación directa con el aumento del ingreso por habitante.

Sin embargo, como ya hemos anotado, dicha relación desaparece cuando se sobrepasan los 20 mil dólares de ingreso por habitante. Así, la esperanza de vida en Estados Unidos es inferior a la de Japón, a pesar de que Estados Unidos tiene un ingreso superior. Más notable aún: países como Grecia o Nueva Zelanda, cuyo producto corresponde a la mitad del de Estados Unidos, tienen una esperanza de vida superior.

La situación es similar con otro indicador, el llamado “índice de felicidad”, si examinamos la relación entre el bienestar económico y cuán feliz o poco feliz se siente la población de un determinado país.

A partir precisamente del momento en que se alcanza un ingreso por habitante de 20 mil dólares, la correlación entre ingresos y felicidad desaparece. La felicidad o poca felicidad ya no está determinada por el ingreso, sino que se vincula con otros factores: por ejemplo, la cohesión social, y por cierto, asociadas a ella, una alta movilidad social, igualdad de oportunidades, acceso a la educación. Todos asuntos que dependen, básicamente, de una distribución del ingreso más igualitaria. A la larga, el nivel de cohesión social tiene que ver, necesariamente, con una sociedad más igualitaria, donde las diferencias entre los niveles de ingresos se han atemperado. Los costos de la desigualdad son muy amplios y están debidamente acreditados por las estadísticas.

El coeficiente de Gini del ingreso mide la desigualdad en un país. 100 es desigualdad absoluta y 0 es igualdad absoluta.

En el último reporte de la ONU, México tiene 48.1, lo que lo sitúa en la parte baja de la tabla, por ponerlo en términos futboleros, aunque un poco mejor que hace diez años, cuando andábamos en 51.9.

Reducir la pobreza, por cierto, no es lo mismo que reducir la desigualdad, la mejor manera de mejorar el coeficiente es mediante la política fiscal e impositiva, pero será asunto de otra entrega. Por lo pronto, ¿por qué nuestros políticos no hablan del coeficiente de Gini?

31 de marzo de 2011

Goles y Literatura.

Alejandro Carrillo Correa

Colaboración para ChidoBUAP

Hace un par de semanas cierta persona me preguntó mi punto de vista sobre la relación que existe entre la belleza y la complejidad; es decir, si el nivel de dificultad de una obra determina el valor que le dan las personas dentro de lo que se conoce como “bello”.

Mi respuesta fue inmediata:

- Para mí lo mejor del mundo es lo más simple.

- ¿Como qué?- ella rebatió.

- Como el fútbol - respondí.

- Pero estamos hablando de arte - contraatacó.

- Por eso – sonreí.

Y es que yo soy uno de esos seguidores de la “tribu”, aquellos que exploramos las cábalas, los ritos y las ceremonias dentro esas catedrales de concreto que conocemos como estadios, soy uno de esos que encuentra semidioses en la cancha y predicadores en las tribunas todos los domingos, soy de una religión con millones seguidores en donde “dios siempre es redondo”. Los ateos con ínfulas de intelectuales dirán que no se trata sino de “una herramienta de control social, ¡pan y circo para el pueblo!”, y jurarán odiar al fútbol por sobre todas las cosas y jamás verán un partido, pero en el fondo vivirán con la angustia de no saber entender el delirio de los fieles. Así sea.

Juan Villoro, gran apóstol del balompié, asegura que el fútbol es un fenómeno cultural en todo el mundo, es el espejo que somos en lo bueno y en lo malo, trastoca las aristas más humanas de los individuos y de las colectividades; y además es una poderosa máquina del tiempo capaz de devolvernos a los niños que fuimos. Añadiría que el fútbol es un catalizador de las bellas artes: La jugada que empieza en las manos del arquero y termina en las redes contrarias después de catorce o quince toques, eso es arquitectura. El baile del “diez” con tres defensas encima y con “caño” incluido, eso es danza. Los canticos de 10 mil en la tribuna es la más bella pieza musical. El lance del portero sobre la horquilla del arco para mandar el balón a tiro de esquina, es la mejor de las pinturas. La “mano de d10s” en el Argentina-Inglaterra del 86’, justo después de la guerra de Las Malvinas, ¡eso es cinematografía! En fin… ¿Qué es un partido? Sino una historia que ocurre durante un tiempo determinado y como en la literatura, esta historia puede ser buena o mala.

De acuerdo con Villoro, el fútbol va más allá de ser un simple deporte; es la forma mejor repartida de la pasión en el mundo y nos cautiva porque es simple tanto en su reglamentación como en su infraestructura y equipamiento; “para jugarlo sólo se necesita de un par de suéteres como portería y algún objeto que haga de balón”. El fútbol nos llena porque probablemente repara alguno de nuestros anhelos, cumple alguna de nuestras ilusiones y compromete nuestra imaginación; “el fútbol sucede en dos tiempos, en el campo y en la mente del espectador”. Ineludiblemente el juego es una escuela de resignación que corre al parejo de la vida y no se puede detener; “es la pasión del 0-0, la pasión del no partido, del no resultado que es inimaginable en otros deportes”.

Es el único fenómeno social que va contra la evolución de la especie, que recupera la parte reptiliana de nuestro cerebro, es aquí donde las antorchas y los gritos de guerra nos regresan a lo primitivo, a la salvaguarda de nuestra tribu. Llenamos los estadios, suspendemos nuestras conversaciones y a veces hasta nuestros matrimonios, vuelve a jugar la parte cancelada de la civilización y el pie obtiene su venganza ante la mano.

Es un fenómeno social unificador e incluyente; no por nada la Federación Internacional del Fútbol Asociación (FIFA) tiene más países asociados que las Naciones Unidas. En lo individual, el fútbol puede cambiar carácter de las personas a niveles extraordinarios; de repente el prudente y reservado se pinta la cara y le mienta la madre a cuantos árbitros y rivales tenga delante de sí, y el despistado conoce de memoria la ficha técnica de Berbatov, Arshavin y Pavlichenko.

Entre otras cosas, el autor de “Dios es redondo”, considera que el fútbol es la mejor de las democracias con el peor sistema de jurisprudencia. No importa si son ricos, pobres, gordos, flacos, negros, blancos, amarillos o azules, poco importa si durante la infancia tuvieron polio, sufren de enanismo o tienen una bala incrustada en la cabeza, si nacieron en el Palacio de Buckingham, en una favela o en el barrio bravo de Tepito; el fútbol no sabe de clases sociales y todos pueden jugar.

Es cierto, las vicisitudes del juego no son ningún misterio, todos conocemos la podredumbre que rodea la grama de una cancha: las mafias, los malos manejos, la publicidad en exceso, el uso de drogas, los prejuicios raciales, el oportunismo político, las sumas exorbitantes de dinero, la compra de árbitros y que Azcárraga sea dueño del Necaxa, son aspectos que empobrecen el arte, son el fruto prohibido que está mandando todo al carajo, la prostitución.

Queda entonces declararnos aficionados de la afición que es la razón de ser del juego, queda entonces impedir que nos roben la infancia porque hemos aprendido que siempre hay tiempo de compensación y nunca se sabe quién se llevará el mejor resultado. Finalmente, los dejo con una reflexión que es más bien un recordatorio del genial Villoro, que nos acompañó a lo largo de este artículo y quien en días pasados dio una cátedra fenomenal sobre fútbol en el Salón Barroco de nuestra Universidad con estadio a reventar y gol de oro en el último minuto.

“Antes de salir al campo conviene recordar a los a los jugadores de sombra, los que se quedaron en el camino, con los huesos o los nervios rotos, aquejados por las variadas circunstancias con que los días preparan su asedio. Ellos, nunca vistos, fueron tan necesarios como las líneas blancas que separan las letras de los libros”. Amén.

22 de marzo de 2011

El rostro en el espejo

Opinión

Verónica Mastretta

Publicado en Milenio 140311

Espejo Mirallmar de BD

No sería precioso que el enemigo a vencer en nuestro estado o país tuviera nombre y apellido? Nada más fácil que encontrar enemigos evidentes, claros y etiquetables. Poner las cosas en blanco y negro y cerrar el capítulo. Sería fantástico, pero completamente irreal.

El enemigo a vencer no es el que no piensa como nosotros, ni tampoco lo fue el PRI local que controló con mano férrea un solo hombre hasta hace unas semanas.

Tampoco lo es el PAN, el partido del presidente Calderón o el dividido PRD y sus múltiples corrientes. No son López Obrador ni sus seguidores el peligro para México, ni tampoco los perredistas que no piensan exactamente como él.

Sería tan simple que el enemigo a vencer fuese tan sólo el crimen organizado,las policías ineficientes y corruptas,los sindicatos, los monopolios o las poderosas televisoras.

No lo es Peña Nieto y su campaña publicitaria telenovelera, ni sus altos números en las encuestas, como tampoco lo son Moreira, Beatriz Paredes o Manlio, que temen, critican y despotrican contra las alianzas electorales, a las que llaman perversas y contra natura cuando a ellos no los favorecen, aun cuando las han utilizado siempre que les conviene, ya sea con el Verde, con el PT o con el Panal, como si en política no fueran naturales las alianzas en momentos estratégicos, como le funcionaron a Lula en Brasil y a la España de la transición del posfranquismo con Adolfo Suárez.

Lástima, pero no es sencillo ni fácil poner nombres y apellidos a los que nos impiden avanzar, simplemente porque somos nosotros mismos, miles de mexicanos desencantados, desinteresados, conchudos y poco participativos,que sí podríamos hacer algo, esos enemigos ocultos y por eso invencibles.

Nos aferramos a nuestras pequeñas agendas personales y nos hemos olvidado casi por completo de una agenda común que posibilitaría la creacion de un México mejor y más justo.

Por ejemplo, los empresarios. Sus agendas suelen abarcar sólamente la defensa de sus intereses gremiales, pero no se aplican ni se empeñan en aportar el poder fáctico que podrían ejercer, en exigir mejores condiciones de transparencia, rendición de cuentas o reformas legislativas estratégicas.

Ellos cierran su agenda cuando resuelven sus problemas y se desentienden de una agenda social que podrían empujar y promover.

Las universidades deponen en gran medida su papel de contrapeso a los enormes poderes públicos y apenas ahora, por lo menos en Puebla, retoman el poder de contrapeso sano que olvidaron en el pasado, pero que es necesario ejercer con generosidad e inteligencia a los gobiernos en funciones.

No se trata de ser contestatarios porque sí; se trata de que la razón y el pensamiento luminoso asalten de manera abierta las aulas y que las autoridades de las universidades, en especial las públicas, exhiban una independencia intelectual y real de la que estamos urgidos.

El enemigo a vencer son los dueños de los medios de comunicación que trafican sin pudor lo que se dice o deja de decir en sus foros; pero también todos aquellos que teniendo un foro en donde decir algo se callan por comodidad o por miedo.

El reto para jueces y diputados y para los poblanos será trabajar para fortalecer la indepenencia de poderes aprendiendo a usarlos apegados a la ley, evitando que de nuevo pierdan su independencia y el necesario contrapeso que deben ejercer unos sobre otros para tener un ambiente democrático que debemos reconstruir.

El enemigo a vencer sería la concentración de poder en unos cuantos y la sujeción de los poderes Legislativo y Judicial hacia el Poder Ejecutivo.

El enemigo a vencer sería un PRI que se negara a democratizarse, o un PAN gobernado por una cúpula de iluminados que impidan que su partido crezca y se fortalezca. El enemigo a vencer no son los buenos o bien intencionados militantes de partidos pequeños, sino los líderes que venden los movimientos e ilusiones de sus militantes. El enemigo a vencer es la incapacidad del PRD para construir una izquierda seria, el que se trenza en disputas inacabables que les impider a veces ejercer el poder que ya tienen...

Más allá de todos estos que podrían ser los enemigos evidentes, los chivos expiatorios de todo lo malo que nos acontece, está un ciudadano dormido: el enemigo a vencer somos todos los que pudiendo hacer algo, no lo hacemos.

El enemigo a vencer lleva tu nombre y el mío, y el de todos lo que han dejado de hacer lo posible porque les parece inútil o poco, como si cada acción no sumara y ayudara a cambiar para bien nuestra pequeña realidad.

El enemigo a vencer es el no pensar en plural, en un “nosotros” que construye y anima.

El enemigo a vencer está en nuestra casa y en nuestro corazón, es tu cara en el espejo y lleva tu nombre.

12 de marzo de 2011

Palabras como Libros: Diablo Guardián de Xavier Velasco

Esta primera entrega de la sección de este blog "Palabras como Libros", pretende simplificar el desarrollo literario de una obra a través de las frases que mayor impacto pudieran tener en la historia misma del texto, o mejor aún, en la historia del lector. Espero que les sea útil por lo menos en algo, "yo lo hago para matar el tiempo antes de que él me mate a mí". Lean, entiendan y ejecuten las frases aquí citadas, pero por ningún motivo dejen de leer los libros.

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"El dinero engaña a todos, en especial al que lo anda cargando".

"Necesito un dios a mi medida, un dios con membresía a mi club".

"Una cosa es que te mueras y te vayas al infierno, y otra que aquí en la Tierra se entere todo el mundo".

"Todo buen verdugo se obliga a vivir por siempre enmascarado".

"Igual que los burdeles, los periódicos duermen por las mañanas".

"Eres una ingeniosa aliada de tus sepultureros".

"¿Quién tiene tiempo y estómago para desperdiciar la vida hablando de cosas verdaderas?".

"Soy una materialista inconveniente, una zorra inconquistable".

"El verdadero sexo ocurre no a partir del coito, sino del despegue".

"¿Cómo puedes saber tanto de mí, tú que no sabías nada?".

"Los muertos frescos siempre están en todas partes".

"No tengo más tarifa que la del placer".

"...Cuando me ves de reojo con esos ojos insolentes".

"No puedo escuchar el grito de la civilización porque estoy concentrado en atender el grito de la selva".

"El hambre huele peor que la comida descompuesta".

"Si yo tuviera un gato, lo querría muchísimo, pero te seguiría queriendo más a ti".

"Qué lástima que mis mejores sentimientos me hagan vomitar".

"La gente se enamora y no vomita, por eso se enamora".

"Si a esa tal le quedaba algún rastro de sangre en las venas, tenía que ser sensible a los tulipanes".

"No sé si es nostalgia o cargo de conciencia".

"Si desea condenarme, su señoría, écheme de una vez el cargo con todo y agravantes".

"¿Por qué dice 'arf'' en vez de 'guau'? ¿De qué clase de perra estás hablando?".

"Nunca he reconocido todo lo que te necesito, me molesta la idea de tener que justificarme frente a mí".

"Dime cuántas mentiras cuentas y te diré qué tan esclavo eres".

"Siempre puedes estar mejor o peor de como estás".

"¿Te conviene convenirme?".

"Es como querer cargar a un gato callejero".

"No hay en este mundo situación más jodida que la de un hombre solo en una mesa con un cigarro de mujer a medio terminar".

"Fuck you, I don't pinche need you".

"¿Has escuchado una canción muchas veces seguidas sólo para seguir llorando?".

"La mentira triunfa de cualquier forma".

"Con tal de seguir pareciendo conveniente ante tus ojos, podría hacer verdad cualquier mentira, y defenderla cual sólo se defienden las intensas certezas".

"Lo único que sé hacer bien es portarme mal".

"¡Edecán tu mamá que parió puros gatos!".

"Chinga tu madre, pero estoy de acuerdo".

"¿Te imaginas a dios haciéndose que la virgen le habla?".

"Cuando hay una persona que te agrada, lo que más quieres es creerle cualquier cosa que te cuente. Sobre todo si en ese momento te está besando encuerada".

"Decidí enamorarme de ti, no porque imaginara las cosas que tú hacías, sino al contrario. Bien que lo sospechaba, por eso te escogí".

"Tú eres mi tesis de novelista".

"Emponzoñado de felicidad".

"Hay que saber distinguir lo enorme de lo imenso: Enormes son las cacas que pisas y maldices. Inmenso es solamente la maldición de vivir entre la mierda".

"Eres el poeta del copy".

"Una cosa es comerme la mierda que me dan y otra rogarles que me sirvan el segundo plato".

"No te quiero, te codicio".

"Dos personas se entienden con el ceño aquejado de un súbito rencor, cuando dan y reciben la cantidad precisa".

"Tienes el defecto de provocarme todo menos saciedad".

"Lo que fuera por estrellarme con tu sonrisa".

"No soy sino la voluntad al acecho de mis propios impulsos".

"¿Cómo se asciende por un muro que se incendia si no se tiene una ventaja extra contra la desgracia?".

"Sustituir una verdad odiosa: 'la necesito'; por una invención heróica: 'me necesita', y ponerse a salvo del asedio de las dudas".

"El más leal de los traidores".

"Un enemigo tan imbécil como invencible".

"Abajo de la cama todo triunfo es relativo".

"No sabía mucho del amor, aunque lo hiciera tan seguido".

"Buscabas el amor con muchísimas ganas de no encontrarlo".

"Que los ángeles y los demonios me ven con la misma desconfianza".

"En este mundo de mierda la decencia tiene que esconderse para sobrevivir".

"Cuando te compré o cuando te conocí".

"Has sido la mejor mentira de mi vida".

"Mírame bien, no soy Superman".

"Lo que es tú y yo no armamos un nosotros".

"Un novelista debe estar a la altura de su historia".

"¿Qué hago metido en una historia de putas, padrotes y asesinos?".

"Soy ofensivamente libre".

"Es la prueba que exige la dama al caballero para poder confiarle los secretos de su cuerpo".

"Se aprende a ser puta en la soledad".

"Tienes cuchillos en la lengua".

"Tú eres de los que matan y se asustan de ver el cuerpo".

"¿Me veo guapo desangrándome?".

"El subsuelo de la memoria, donde nunca hay por qué rascar".

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10 de febrero de 2011

El discurso de Carmen Aristegui

Muy buenos días, amigos ciudadanos, colegas y periodistas. Me permitiré dar lectura a un texto que he escrito para asumir una postura pública sobre mi despedida del noticiero matutino de Noticias MVS, ocurrida este fin de semana, asunto que ha generado múltiples muestras de solidaridad que desde aquí agradezco.

Este es un suceso que, si bien afecta la vida profesional y laboral de un grupo de personas –entre las que me incluyo–, tiene una trascendencia mayor a ese mero alcance limitado. Sobre lo que quiero pronunciarme es sobre el alcance mayor de este evento que impacta de diversas maneras a la sociedad mexicana. Una sociedad que en estos días y horas ha dado muestras de determinación y capacidad de respuesta frente a un hecho que la agravia y que lesiona sus derechos fundamentales. La vigorosa, fuerte y decidida voz de miles de personas en las redes sociales –Twitter, Facebook–, otras modalidades y las manifestaciones en la calles son, en sí mismas, un gran acontecimiento. La gran noticia de que estamos vivos; de que los mexicanos, a pesar de la espiral de violencia, muerte y horror que nos acompaña todos los días, estamos aquí para reconocernos en el espejo y luchar por un México mejor. Agradezco todas estas expresiones y celebro aquí, entusiasmada, su existencia y el signo vital que las acompaña. Abrazo a quienes en todos los tonos y con los diferentes lenguajes se han manifestado en contra de lo que es, a todas luces, un hecho autoritario, desmedido e inaceptable. Un hecho así sólo es imaginable en las dictaduras que nadie quiere para México: castigar por opinar o por cuestionar a los gobernantes. El tema nos pega a todos. No sólo nos afecta a nosotros como profesionales y a los ciudadanos a los que se les quita un espacio. Se afecta también a este medio de comunicación y al grupo empresarial que desarrolla diversas actividades productivas a favor del país. Este grupo está encabezado por una familia a quien estimo y valoro. Fundada por uno de los hombres más queridos y respetados de la industria como fue don Joaquín Vargas Gómez. Lamento sinceramente que sus nombres están siendo acribillados con insultos en las redes sociales por la decisión tomada.

Tenemos que preguntarnos ¿por qué sucedió esto y cómo fueron las cosas? El pasado viernes 4 de febrero en mi libre derecho a la expresión formulé un comentario editorial que aludía a un incontrovertible hecho noticioso. A raíz de lo ocurrido en la cámara de diputados el día anterior, cuando un grupo de legisladores exhibió una manta con la foto de Felipe Calderón con los ojos enrojecidos en la que se leía: “¿Tú dejarías a un borracho conducir tu auto? No, ¿verdad? ¿Y por qué lo dejas conducir al país?” Naturalmente se produjo una gran rispidez que orilló a suspender la sesión en el recinto legislativo. Había ahí ya una historia que contar a nuestras audiencias. Mi compañero Omar Aguilar presentó con gran profesionalismo ese hecho noticioso con pulcritud, con claridad y con suficiencia. Jamás ocultó ni la manta, ni el contenido de la manta, ni a los autores de la manta. No truqueó nada para que los televidentes y radioescuchas no se enteraran de lo que decía la manta. No trampeó con nadie y presentó al público, como el público merecía, todas las expresiones que en diferentes sentidos se emitieron al respecto. Nuestro auditorio quedó perfectamente informado del acontecimiento y con elementos suficientes para hacer su propia valoración de las cosas. La información presentada me sirvió a mí de base para formular el citado comentario editorial: “dejemos a un lado la caricatura”, dije, “tomemos el asunto con seriedad”. E hice algunas otras consideraciones y terminé con un cuestionamiento formal a las autoridades: “¿tiene o no problemas de alcoholismo el presidente de la República?” Yo no tengo manera de corroborarlo, pero si fuera el caso sería algo delicado que deberíamos saber. No hay nada de ofensivo en la interrogante, especialmente si se trata de algo que, de existir, afectaría por su naturaleza la toma de decisiones que impactan en todo momento a millones de personas en el país. El comentario editorial cerraba diciendo que el tema, y dada su exposición pública a través de la manta de los legisladores merecía una respuesta seria, formal y oficial de la propia presidencia de la República. La presidencia no respondió a la periodista; de inmediato exigió a los dueños, que no a la periodista, una disculpa pública inmediata por la tremenda osadía. Demostró con ello un grado de irritabilidad e intolerancia que por sí mismas hablan de algún tipo de problemática que, por supuesto, también deben ser analizadas.

Reconozco que el cuestionamiento era duro, pero de ningún modo injurioso o difamatorio. Tampoco se transgredía al código de ética que ha sido aludido. Era simple y llanamente la formulación de una pregunta válida, pregunta hecha por una periodista cuya intención quedaba perfectamente delimitada, el estado de salud y grado de equilibrio de un mandatario por supuesto, que es un asunto de claro interés público. La sociedad mexicana tiene derecho a saber con certeza. Sin ofensas, sin caricaturizaciones sobre las condiciones de salud de quien ha tomado y seguirá tomando todos los días decisiones gravísimas que impactan sobre el destino de una nación. ¡Y vaya que si ha impactado el destino de la nación las decisiones tomadas desde Los Pinos en este sexenio!

El motivo de mi despedida, se dijo, fue haberme negado a dar una disculpa y haber transgredido el código de ética de la empresa, cosa que es falsa y se convirtió sólo en una coartada. En este momento no sólo no rectifico, ni me disculpo porque no hay nada que disculpar, sino por el contrario ratifico la pertinencia de que la presidencia de la República se manifieste al respecto. Lamento sí, personalmente, que el presidente y su familia se hayan sentido ofendidos por el cuestionamiento. No hubo ni hay en la formulación de mi pregunta ninguna intención o ánimo de ofender. Lamento que ellos se hayan sentido ofendidos, si así ocurrió, pero aun así la pregunta sigue vigente.

El ejercicio del poder hace que las figuras públicas sean sujetas a escrutinios e interrogantes a las que no estarían sujetas otras personas por razón, precisamente, de sus responsabilidades y del impacto de sus decisiones. En una democracia esto forma parte del juego. ¿No tuvo Bill Clinton que hablar de semen depositado en el vestido azul de una muchacha ante una audiencia de millones de personas?, ¿no acaso el estado de salud de Dylma Rousseff fue motivo de debate público antes de llegar a ser la presidente que es?, ¿acaso no son las francachelas y excesos de Silvio Berlusconi materia de debate nacional?, ¿por qué en México los empresarios de los medios pueden ser sometidos a presiones indebidas para que silencien a los comunicadores?, ¿por qué la sociedad mexicana se tiene que conformar con una sola visión de las cosas?, ¿por qué fatalmente tenemos que vivir con la existencia de un duopolio televisivo que no sólo envilece las pantallas con programas denigrantes y nocivos, como los de reciente estreno, sino que es ya en sí mismo un poder que ha dañado la vida democrática nacional?, ¿por qué México está entrampado en una espiral de degradación e infamia sin que hagamos nada al respecto?, ¿por qué, como dicen los firmantes de una de las cartas de protesta publicadas en estos días, seguimos dejándonos conducir de esta manera al país?, ¿qué clase de democracia es esta que por un comentario editorial que irritó al gobernante se le corta la cabeza a quien opinó?, ¿por qué desde el poder político pueden llevar las cosas al extremo, escalando el conflicto, deliberadamente, hasta lograr hacer las cosas imposibles, tanto al empresario como a la periodista ocasionando la ruptura?

La pregunta es: ¿cómo es que pudieron elevar desde Los Pinos el grado de exigencia pidiendo casi la humillación por un hecho absolutamente sobredimensionado?, ¿cómo es que a un empresario, a quien tenemos por decente, lo llevaron a comportarse de esa manera?, ¿cómo pudieron lograr que se sintiera obligado a tal punto como para exigirme la lectura de una carta, obviamente no escrita por mí, en términos que me eran ajenos y por supuesto no empataban con lo que dictaba mi conciencia, para satisfacer la ira presidencial?

La exigencia de la lectura indigna de esta carta, que quien me la formuló sabía de antemano que yo rechazaría. Se llegó a ese extremo por el grado de vulnerabilidad en la que quedan quienes tienen negocios o concesiones en el mundo de las telecomunicaciones y los medios de comunicación en México. Ese es el tema verdadero. En este caso hay un conjunto de concesiones en juego, y la resolución final sobre lo que pase con ellas se encuentra en el cajón del presidente. Lo que debería ser técnico, jurídico y legal, en la realidad es un asunto político y discrecional. La aprobación, que ha pasado ya por todos los filtros legales y técnicos, para aprobarse, está sujeta a la venia final del presidente, y ni siquiera a la venia final del presidente, sino a la venia final de quien, a su vez, presiona al presidente. Es decir, a los poderes dominantes con las telecomunicaciones cuyo poder desmedido impide la entrada de nuevos competidores y a los que existen les hacen la vida verdaderamente imposible. Si existe a nuestros días un elemento que condiciona y distorsiona la relación de los medios con el gobierno es esta discrecionalidad, esta discrecionalidad política en la toma de decisiones en materia de refrendo y otorgamiento de concesiones en el ámbito de las telecomunicaciones. Es esta una de las razones fundamentales por las cuales en México no se despliega a plenitud un derecho fundamental como el de la libertad de expresión. Asuntos que deberían resolverse con la mayor certidumbre jurídica en materia de plazos, planes de cobertura, planes de negocios y de inversión terminan siendo asuntos de decisión política y no de las áreas técnicas en la materia. Es el caso de las concesiones que en la banda del 2.5 gigahertz tienen varios operadores en el país, del que MVS Comunicaciones posee la mayoría de ellas. No obstante haber ya desahogado todos los requerimientos técnicos en materia de competencia, de la opinión favorable de algunos comisionados de la Cofetel, y de la opinión favorable de la Cofeco y de tener a la espera, con riesgo de perderlas, cantidades millonarias de inversionistas nacionales y extranjeros, a pesar de tener todo en regla y un mercado demandante, indebidamente, inexplicablemente la decisión se ha retrasado por cinco años. Teniendo todo en regla no hay razón técnica, tecnológica, jurídica ni económica que hoy no esté suficientemente satisfecha. La única razón que hoy impide a MVS Comunicaciones desplegar una red nacional de ancho de banda para internet que compita con los grandes conglomerados es total y absolutamente política. Porque se coloca como una espada de Damocles en la vieja tesis autoritaria de la zanahoria y el garrote: “Te portas bien, te refrendo la concesión; te portas mal, la detengo o te la niego”. Este es el ambiente de presión en el que se desenvuelve la relación no sólo de los concesionarios con el gobierno, sino es el ambiente en el que se desenvuelve el trabajo y el desempeño profesional de cientos de profesionales en su relación con las empresas de comunicación. Esa es la batalla diaria. En la medida en que los comunicadores y los empresarios batallan frente al gobierno, en esa medida las audiencias ganan o pierden en información. Lo más grotesco y paradójico de esta realidad es que los que más se benefician de esta herencia del viejo régimen son los grandes monopolios que ahora son capaces de mantener este diseño para evitar a los nuevos competidores y aquí aparece, de nueva cuenta, la enorme responsabilidad de un poder legislativo que ha preferido el mantenimiento de las reglas no escritas en lugar de una legislación moderna que dé certidumbre jurídica a los empresarios, tutele los derechos de los periodistas y garantice el derecho a la información de todos los ciudadanos. Agradezco, por cierto, desde aquí el debate de ayer y los pronunciamientos desde el Congreso que se hicieron por parte de los legisladores, sobre el caso de nuestra despedida de MVS noticias. Sin embargo, no sirve de mucho a la democratización de los medios de comunicación condenar la censura si al mismo tiempo se coexiste con leyes que podrían y deberían ser modificadas en beneficio de la población y no de unos cuantos.

Sobre este ambiente de presión del gobierno hacia algunas empresas de comunicación actúa un fenómeno aún más grave, más grave que el antiguo control estatal sobre los medios, se trata del debilitamiento del estado y de sus instituciones por virtud de una supeditación política que parte desde la presidencia de la Republica, atraviesa las Cámaras del Congreso, amplias franjas del poder judicial, órganos reguladores a manos de los nuevos poderes informales o fácticos que han logrado imponer su lógica de chantaje e intimidación, porque eso es lo que es, que los ha llevado a niveles de audacia y en un cálculo de poder para sustituir, por lo menos parcialmente, a los poderes de la República. Ahí está, por ejemplo, una tele bancada. Ahí están, por ejemplo, los sujetos reguladores capturados por sus regulados. Como nunca en la historia del Estado mexicano se ha dejado crecer a estos poderes en México que han llegado a tal punto –a la osadía, diría yo– de querer también apropiarse de la propia presidencia de la República. De otra manera no se explicaría la multimillonaria inversión que han hecho de construirle una candidatura presidencial al gobernador mexiquense.

El trasfondo de lo sucedido en nuestro caso y que ha generado todas esas reacciones tiene que ver precisamente con este clima. Por esa razón es que una empresa decide, en sentido contrario de sus intereses, cancelar en el momento de mayor expansión, de mayor prestigio, de mayor influencia, un espacio de información critica, de debate y de opinión, que ha sido valorado por los anunciantes y sus audiencias. Por eso toma una decisión suicida. Como tantas otras, ésta es una empresa sometida indebidamente a una presión incompatible con un régimen democrático y con un Estado de Derecho. Mientras no cambiemos las estructuras que están en la base de esta relación insana, escuchas con influencia crítica se ven permanentemente hostilizados y en conjunto los medios de comunicación terminan por estandarizar o uniformar sus coberturas informativas. Se achata la libre expresión. Se merma el debate, se inhibe la conducta crítica. Eso daña severamente la democracia, y por supuesto los derechos fundamentales de las y los ciudadanos de este país.

Y bueno, me dirán “¿ahora qué hacemos con lo sucedido?” Aceptemos lo sucedido, que no le viene bien a nadie u optamos por la ética de la responsabilidad y buscamos un camino. Buscamos un camino sin claudicar, pero sin exigir que el otro se arrodille. Joaquín Vargas sabe perfectamente que yo no infringí ningún código de ética, sabe lo que sucedió, sabe que fue una coartada. Sabe, porque lo sufre todos los días, de las razones verdaderas que están detrás de esta decisión que están a punto de cortarnos la cabeza. Y digo a punto porque voy a plantearle una salida digna, decorosa e inteligente. Ya sabrá si la toma. Joaquín sabe como pocos de lo que estoy hablando. Le digo a MVS que no le demos gusto a los que saborean este fracaso. Lo sucedido entre el viernes y el fin de semana, entre Los Pinos, nuestras oficinas, no sé si también en otras, la destilería y el Meridien, es algo que no se merece nadie, que nos daña a todos y que para lo único que va a servir es para el desahogo absurdo de un berrinche presidencial y para el beneplácito de los que prefieren que nadie compita, que nadie cuestione o que se cuestione poquito. No se lo merece un grupo de profesionales que estaba haciendo su trabajo que se ve brutalmente interrumpido. No se lo merecen por supuesto las audiencias. No se lo merece la familia Vargas porque han sido colocados en una disyuntiva perversa en donde tienen que calibrar como grupo empresarial qué les cuesta más frente al gobierno y poderes que lo presionan, si la cabeza de Aristegui o la banda de los 2.5 gigahertz. No se lo merece el país.

La Asociación Mexicana de Derecho a la Información, la Amedi, a la que pertenezco y preside el maestro Raúl Trejo Delarbre, ha dicho que la salida nuestra del aire es una pésima noticia para la sociedad mexicana. “La decisión que cancela ese espacio radiofónico es desafortunada para todos. Pierde la empresa MVS, cuya independencia editorial queda en cuestión debido a la supresión de ese espacio crítico. Pierden la periodista y su amplia audiencia. Pierde la presidencia de la República, de donde surgieron las exigencias para que Carmen Aristegui se disculpara por un comentario que hizo el viernes 4 de febrero”. Amedi exigió a la presidencia que con hechos, y específicamente en este caso, garantice el derecho a la libertad de expresión, así como el derecho de los ciudadanos a la información. Solicitó a MVS que reconsidere el despido de la periodista. Y es exactamente lo mismo que solicito a ellos ahora desde aquí. El país no está más para seguir perdiendo los espacios que hemos ganado. El país no está para que se nos sigan regateando los derechos que nos pertenecen. México atraviesa por un momento crítico, el nivel de descomposición, de violencia y de debilitamiento institucional es profundamente grave como para quedarse parado. No nos puede ganar el pasmo cuando el futuro de México se ha ensombrecido. Nos necesitamos informados, en alerta, críticos; no nos podemos dar el lujo de tirar por la borda lo ganado ¿a cuenta de qué lo justificaríamos?

Nuestra transición democrática ha adquirido un cariz trágico, los niveles de violencia, de descomposición y de degradación de la vida púbica están llegando a niveles de escándalo. La clase política mexicana que no ha estado a la altura de los retos y los desafíos nacionales parece no darse cuenta del avance de estos nuevos fenómenos de poder que han carcomido y debilitado como nunca sus estructuras. ¿Dejamos que sigan avanzando sin contraponer una fuerza social que por lo menos los identifique, los discuta, los analice, los denuncie? ¿Nos quedamos a la sombra de políticos sometidos a intereses particulares porque antes que gobernar bien hay que salir en la tele?, ¿o de gobernantes timoratos e irresponsables que lejos de atemperar las concentraciones monopólicas las han hecho crecer más creando monstruos de poder que los tienen sometidos y frente a los cuales no se atreven a dar ni un paso?

Esta mañana hago un llamado a revertir los efectos de este hecho ominoso. Yo tiendo la mano y escucho a los que están en la calle y me dicen “tienes que regresar”. Estoy dispuesta a regresar al aire este lunes siempre y cuando se cumpla con una condición única y básica: que MVS anuncie que retira de forma oficial el comunicado emitido junto con mi salida en el cual afirma, falsamente, que trasgredí nuestro código de ética y que promoví la difusión de rumores como noticias. Como consecuencia de ello pido que se publique otro comunicado oficial de la empresa en donde la valoración sobre mi integridad ética y profesional que pretendieron dejar en entredicho quede resarcida. Si MVS acepta hacerlo, se reconocerá tácitamente la naturaleza real de lo sucedido. Con eso sería suficiente. Joaquín lo sabe muy bien: que mi integridad profesional y ética nunca estuvo en entredicho realmente, que fue una coartada para tomar una decisión que le imponían, que el verdadero problema está en otro lado. Regresemos al aire y quedará evidenciado. La presidencia tendrá que hacer una valoración de lo sucedido, serenamente, sin odios, con la seriedad que implica tomar decisiones a nombre de los otros y aceptando, aunque no guste, que los ciudadanos y los periodistas tenemos derecho a preguntar, a inquirir y a criticar sobre lo que juzguemos pertinente.

Estoy aquí para hacer este llamado, para revertir un hecho ominoso como el que sucedió de manera digna, decorosa e inteligente, apostando por la verdad pero sin romper lo construido. Mi muy querido amigo Jorge Ramos escribió hace tiempo un texto magnífico que tituló “el derecho a preguntar”. Recordaba ahí a la maestra Oriana Fallaci, quien decía que no debía existir ninguna pregunta prohibida. Todo se puede preguntar, con mayor razón si se trata de preguntar a gente con poder. Jorge contaba también de una entrevista realizada al presidente Vicente Fox. Había interrogantes en el ambiente de por que parecía desanimado, sin ímpetu, sin grandes propuestas. El periodista le pregunto al mandatario, sin con ello alimentar rumores sino tratar de clarificarlos: ¿toma Prozac? Le preguntó, Fox miró al periodista y contestó simplemente “no”. Por supuesto que no le gustó la pregunta, pero la contestó. Tal como escribía Ramos, no hay pregunta prohibida. No hay pregunta tonta, y cuando surge la oportunidad, hay que hacerla aunque sea la última vez.

A partir de aquí cierro mi comentario; no agregaría más porque el planteamiento está formulado y lo que resta es esperar una respuesta. Muchas gracias a todos.

*Leído el miércoles 9 de febrero en Casa Lamm

Actualizado ( Jueves, 10 de Febrero de 2011 09:21 )