18 de septiembre de 2007

El mejor oficio del mundo. Por Alejandro Carrillo Jr.

Muchos años después, parado frente al pelotón de fusilamiento, habría de recordar aquella tarde remota en que mi padre me llevó a conocer el periodismo. En ese entonces no estaban de moda las escuelas de periodismo, se aprendía en las salas de redacción, en los talleres, en los cafés, en las juergas de los viernes con mi padre y mis tíos. Nuestro periódico era una fábrica sin errores o con muy pocos, pero lo que no tenía ni un solo error era ese ambiente de participación, de colectividad que mantenía la moral bien arriba.

Por esas épocas, los periodistas éramos tan fanáticos del oficio, que no hablábamos de nada distinto que el oficio mismo. El trabajo conllevaba una amistad de grupo que dejaba poco espacio para la vida privada, que dejaba poco tiempo para la vida, el oficio era la vida.

El periódico se dividía en tres grandes secciones: noticias, artículos y fotorreportajes. La sección más delicada y de mayor prestigio era la editorial, que la hacía mi padre. El cargo más desvalido era el de reportero, que a la vez era aprendiz, fotógrafo e iba por las tortas, yo era reportero, y me encantaba mi oficio.

Nunca recibí paga alguna, en nuestro periódico teníamos que cooperar para cubrir los gastos de impresión. La verdad no me pesaba, no hay mejor remuneración que la experiencia; la experiencia de trabajar, de codearme, de aprender del periodista más grande y genial de la historia: mi padre. No cambiaría ninguna de sus enseñanzas por todo el oro del Perú.

En ese tiempo, era un privilegio ser periodista; no solo por manejar información de interés público, sino porque el periodista era un profundizador de temas, un ensamblador de hechos, un armador de aspectos invisibles para el público, el periodista le daba un sentido a un mundo cambiante y plural, expresado con voz propia. Hoy en día, el periodismo se ha envilecido y cualquier pelele puede ponerse el estandarte de periodista, cualquier López-Dóriga, cualquier Loret de Mola, ¡cualquier Brozo!, puede llamarse periodista por el solo hecho de leer noticias frente a una cámara. Cualquiera puede leer noticias, pero no cualquiera puede ser periodista, eso no. El periodismo es pasión, es coraje, incluso es sangre. Los verdaderos periodistas están allá afuera, a salto de mata, en las calles, siendo perseguidos, siendo callados, siendo asesinados; después de Irak, nuestro país es el que más asesinatos de periodistas registra, es el colmo. Esos sí son periodistas, los mártires a los que solo pueden callar mediante la muerte, y no esos pelafustanes que responden únicamente a intereses particulares y no a los intereses de pueblo, y que con todo el descaro y cinismo del mundo osan llamarse “líderes de opinión”. Ya basta, ni nos vamos a dejar, ni nos vamos a rajar.

Hoy el oficio de periodista me ha traído hasta aquí. Hoy, muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, recordé aquella tarde remota en que mi padre me llevó a conocer el periodismo, aquella tarde remota en que escribí con tinta negra mi primera nota, se la entregué a mi padre y maestro, y él comenzó a señalar con tinta roja mis errores; al final casi todo el documento era rojo, pero yo…yo ya era periodista.

¡Cuánta razón tienes Gabo!, el periodismo es el mejor oficio del mundo. Pero los verdaderos periodistas como tú, como yo y como mi padre, somos estirpes condenadas a cien años de soledad que no tenemos una segunda oportunidad sobre la tierra.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente, me encantó, felicidades!

Anónimo dijo...

En el mundo solo existe 1 ser recordado, bien diría tu padre ¿Quién fue el segundo hombre en llegar a la luna?, nadie lo recuerda...pero ahora te aseguro que el único ser que nunca olvidaré eres tu!!
Me gustó mucho, que bien que nace la inspiración de Márquez, de tu labor y de lo mucho que amas ser periodista, fiel seguidor de ejemplos como tu familia.

Anónimo dijo...

Envidia, claro Carrillo, pero de la buena, yo la llamaría admiración, eres una persona que inspira a ser mejor cada día. Me gusta mucho como escribes y creo que todos tus sueños se volverán realidad, gracias por devolvernos la esperanza, en este paìs necesitamos más cmo tú.

Anónimo dijo...

Eres Grande Ni�o!!! Por la forma en la que escribes, por ser responsable, honesto, fuerte, dedicado, sincero... en fin no terminaria de decir todas tus cualidades.... solo se que eres de esas personas que nos hace bien conocer...eres un Angel caido del cielo en busca de cambiar el mundo.. por eso y m�s doy gracias a Dios por tu amistad y los a�os que tenemos de conocernos. CUidate. TQmmmm EdEmG. .......desde Ags.

Anónimo dijo...

EL ESFUERZO SUELE SER LO QUE HACE LA DIFERENCIA ENTRE AQUEL QUE QUISO HACERLO Y AQUEL QUE LO LOGRO.
GRACIAS POR HACERME SENTIR TAN ORGULLOSA DE SER PARTE DE LA FORMACION DE UN SER TAN COMPROMETIDO CON SUS IDEALES, DE UN HOMBRE QUE TIENE BIEN DEFINIDO LO QUE QUIERE Y ESPERA DE LA VIDA, NACISTE PERIODISTA, LO HEREDAS DE TU PADRE Y TUS VALORES SIEMPRE PREVALECERAN ANTE LA INJUSTICIAS DE CUALQUIER SISTEMA TE RECUERDO QUE EL EXITO CONSISTE EN OBTENER LO QUE SE DESEA Y LA FELICIDAD EN DISFRUTAR LO QUE SE OBTIENE.
GRACIAS POR LOGRAR QUE LA DISTANCIA VALGA LA PENA, TE AMO CON TODO MI CORAZON, TU MA.

Anónimo dijo...

estoy muy imprecionado, se ve que la perceverancia es uno de tus dones (aldo)

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho el texto, tiene esas partes en las que digo: “¿porque carajos no lo escribí yo?”

Un abrazo grande y fuerte, seguimos en el camino.