25 de enero de 2011

Real Academia de Rockeros

Por para www.nerd2.net

Más allá de lo que técnicamente significa el Rock, es decir, todo lo que implica el ritmaso del bajo, los pum-pum de la batería y los solísimos de las guitarras, principalmente; el contexto social que rodea el concepto, resulta en una definición descriptiva de una problemática sobre la rebeldía en contra los estándares que se inculcaban por default a los jóvenes, responsables del futuro, todo ésto emergido a partir de los años 60. Entonces, rebeldía implica revolución, más no pistolas y golpes, violencia en general; digamos pues que, tendríamos que aterrizar la idea para explicar que en la cuestión rockera, la rebeldía tendía a contradecir todos estos estándares como la mojigatez, los cortes cortos de cabello, la anti-irreverencia, el anti-cuestionamiento, etc.


Y bien, ya entrados en calor para entender de lo que hablaremos esta vez, pido a ustedes que recuerden la irreverencia de muchos rockeros, aquellos actos salvajes que los fufurufos criticones de mi corriente favorita de música, tacharon y satanizaron, sentenciando como principal culpable al mismísimo Satanás. Pero para ser más claros, recordar o imaginar, por ejemplo, a Jim Morrison, vocalista de The Doors, mostrando la silueta de su miembresillo erecto, sin bajarse el pantalón, en un concierto masivo, o a Keith Moon, baterista de The Who, pateando y destrozando la batería en un concierto transmitido por TV, podría hacernos caer más en cuenta acerca de lo que refiero.
Y ahora, ya desmenuzada y descrita la base del resultado del fenómeno que a continuación se enumerará, les pido que imaginen lo contrario, pero no al extremo de ver a Gene Simmons, por ejemplo, con rosario en mano, cantando el “padre nuestro”, más bien, intentemos ver lo oculto de la crítica hacia el rock, la cual implicaba, al satanizar a los músicos, el hecho de no esperar de ninguno algún oficio ni beneficio (recordando el texto anterior, ser un Led Zeppelin), más ahora, les presentaré, después de una revisión exhaustiva en la net, sobre las biografías de rockeros clásicos y algunos artículos sobre rockeros intelectuales, un top 5, acerca de los más sobresalientes en la cuestión académica e intelectual. Chéquenle, nomás:
5.- Brian May, guitarrista de Queen: “Velocidades radiales en la nube de polvo del Zodíaco” es el título de la tesis para obtener el grado de doctor en astrofísica, en donde la investigación se centra en “polvo interplanetario”, imagínense, porque yo no puedo…
4.- Gene Simmons, bajista y vocalista de Kiss: Así como hace poco se mostró en un reallity show del canal VH1, como “maestro de la escuela de rock”, la realidad es que Simmons, trabajó bajo el título de la docencia, en una escuela real, con alumnos reales, con materias terrenales, vaya, para instruir a los educandos, claro, antes de enseñar tremenda leguota al público.
3.- Sting, bajista y cantante de The Police: Uno más del ABC, es decir, Gordon Matthew Thomas Summers (Sting) y su torpeza hacia el estudio (de hecho nunca se graduó de la Universidad), no le impidió impartir clases de inglés en un colegio de Newcastle, Inglaterra.
2.- Jim Douglas Morrison, vocalista de Doors: Pues bien, cuando cursaba la Universidad, el rey lagarto gastaba su tiempo leyendo libros, que permitía discusiones intelectuales entre él y sus profesores. Dicen por ahí, que uno de ellos, quizá un poco más ignorante, iba a la biblioteca del congreso para ver si existían “las obras completas de Nietzsche” o autores como Huxley, Kerouac, Baudelaire, Rimbaud, el Conde de Lautréamont, Gérard de Nerval y William Blake.
1.- Mick Jagger, vocalista de Rolling Stones: A pesar de ser uno de los más irreverentes en el escenario, dice la leyenda que mientras Jagger cursaba la secundaria, obtuvo una beca, producto de sus hartos “diéceces”, en la London School of Economics, por cierto, nunca la terminó.
Y bueno, como siempre, esperando que de algo haya servido esta información, ya sea para acrecentar su cultura, o quizá, reconocer el lado “no-rockero” de estos personajes, como es costumbre, les dejo, en lugar de una clase de Sting o Simmons (que sería bastante interesante), un video que ejemplifica de mejor manera la rebeldía de la que hablé en un principio del texto, con ustedes, The Who, y el destrozo al escenario: My Generation…


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