La Jornada, Sábado 12 de enero, 2008
Con Andrés Henestrosa se pierde no sólo a un gran escritor, sino a un gran espíritu. Era, por encima de su pluma, un hombre valiente y sereno. Supo vivir y escribir lo que vivió e hizo de sí mismo, lo que fue siempre, el gran hombre que todos quisimos, expresó el poeta Alí Chumacero, amigo del escritor oaxaqueño, que recibió este viernes un homenaje de cuerpo presente, en el Palacio de Bellas Artes.
“Con él departí muchos momentos amenos –rememoró Alí Chumacero–, llenos de alegría, pero desgraciadamente no supimos qué era la tristeza, siempre estuvimos contentos, siempre compartimos, desconocíamos el egoísmo y para mí Andrés es un solemne recuerdo, lleno de cariño, que me acompañará hasta el final.”
El cuerpo de Andrés Henestrosa, quien falleció el jueves a los 101 años, fue recibido en el recinto de mármol con aplausos de la comunidad cultural y política, así como de admiradores de su obra.
En el homenaje póstumo al autor de Los hombres que dispersó la danza, Chumacero destacó que Henestrosa fue una de las más limpias expresiones de la prosa mexicana.
“La multitud de temas que abordó, su seguridad afirmativa, el sentido que imprimió a sus juicios y la emoción que circunda siempre aquello que surgió de su ingenio lo hacen acreedor a este reconocimiento.
Renovó la lengua española: Carlos Montemayor
“Andrés Henestrosa permanecerá en nuestra historia literaria como la evidencia de que vida y obra se hermanan para edificar juntas el disfrute de la gracia natural y el goce de la belleza nacida de la palabra”, señaló el poeta.
Para Carlos Montemayor la obra del autor ixhuateco formó parte de la renovación de la lengua española a escala continental, junto con Augusto Roa Bastos, quien se enriqueció con la lengua guaraní, y José María Arguedas, quien tuvo influencia del quechua.
“En el caso de Andrés Henestrosa tenemos ahí desplegada la riqueza de la lengua zapoteca, impregnando y dotando a la española de una riqueza metafórica que no nace directamente de las discretas, y a veces áridas, venas del castellano.”
Para despedirse del autor que difundió la cultura zapoteca se congregaron en el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes familiares y amigos, como el periodista Jacobo Zabludovsky, la escritora María Luisa La China Mendoza, el escritor Jorge Volpi; Juan Ramón de la Fuente, ex rector de la UNAM; la titular del Fondo de Cultura Económica, Consuelo Sáizar, y Rafael Tovar y de Teresa, entre otros.
Durante el homenaje, la cantante Susana Harp y la Orquesta Sinfónica de Oaxaca interpretaron melodías tradicionales como La última palabra, el son Paulina, La Martiniana y La Sandunga.
En puerta, libro de memorias
Su hija, Cibeles Henestrosa, expresó que probablemente publicarán un libro de memorias con dedicatorias y cartas de su padre. “Los documentos están en lo que fue su biblioteca y estamos recopilando.
“Él decía –recordó Cibeles– que tenía como pendiente una paginita que siempre quiso escribir, una paginita que le sobreviviera. La paginita, que pasados cien años, alguien pudiera recordar y decir que existió un poeta que se llamó Andrés Henestrosa. Y ésta es la paginita que le ha sobrevivido.”
La hija del escritor también señaló que Henestrosa veía a la muerte como algo inevitable “aunque siempre se escondía de ella; cuando moría un amigo, mi padre siempre se aislaba, cerraba las puertas, las atrancaba para que la muerte no lo viera”.
Agregó que a finales de septiembre de 2007, Andrés Henestrosa estuvo algunos días en Oaxaca y se enfermó. “Un día se quedó dormido y en ese sueño soñó que había muerto y cuando despertó me dijo: yo estuve muerto cuatro horas y tú no te diste cuenta, pero yo quiero que no me dejes en Oaxaca, quiero que me lleves a México, donde está tu mamá y donde está tu esposo”.
Andrés Webster Henestrosa, nieto del escritor y secretario de Cultura de Oaxaca, indicó que la biblioteca que lleva el nombre del autor –con más de 40 mil volúmenes– fue donada hace tres años al espacio cultural La Casa de la Ciudad.
Asimismo detalló que los libros de literatura e historia que integran el acervo de la biblioteca fueron leídos y comprados por Andrés Henestrosa en el mercado de La Lagunilla.
En la funeraria, ubicada en Félix Cuevas, se despidieron del escritor oaxaqueño personalidades de la comunidad literaria como Margo Glantz, Víctor Hugo Rascón Banda, Adolfo Castañón, Julieta Fierro, Eduardo Lizalde y el diplomático Gonzalo Martínez Corbalá.
En Oaxaca, el gobernador Ulises Ruiz Ortiz anunció que enviará al Congreso local un decreto para declarar día de luto estatal el 10 de enero por el fallecimiento del escritor, poeta e historiador oaxaqueño Andrés Henestrosa Morales.
“Es una gran pérdida para los oaxaqueños”, dijo en declaraciones a una estación de radio, donde expuso que la disposición incluye la creación de la medalla Andrés Henestrosa Morales para premiar a lo mejor del periodismo cultural en el país. Aparte, se contempla la edición de las obras completas del escritor, en particular el diccionario zapoteco-español.
Por este mismo motivo, dijo, se realizará una jornada cultural a partir del próximo domingo con un concierto de la banda de música del estado en el zócalo de la ciudad. La Martiniana, una canción istmeña que surgió a partir de la musicalización de un poema de Henestrosa Morales, estará incluida en este festival.
Francisco Toledo, pintor y paisano de Henestrosa Morales, lamentó por su parte el fallecimiento del escritor ixhuateco, de quien dijo no haber conocido tanto porque éste, más bien, pertenecía a la generación de su padre.
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, expresó sus condolencias por el deceso de Henestrosa. “Es una gran pérdida de alguien a quien respetamos mucho y para quienes lo conocimos personalmente, pues además le teníamos cariño”, señaló.
Es una gran pérdida, por la importancia de su obra, así como por la vida que llevó, ejemplar en muchos sentidos.
Andrés Henestrosa
1906-2008
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