Astillero
■ Manlio Simi
■ Lo mismo, pero (políticamente) más caro
■ Falsa medicina alternativa
Tal como se preveía, la opción beltrónica de reforma petrolera resultó un revuelco de la misma gata privatizadora. Tan parecida es, en la esencia, a los planteamientos originales de la firma F.C., que voceros autorizados de ese inmueble gobernante le reconocieron de inmediato similitudes y abrieron el camino a votaciones conjuntas del así confeso ente pripánico. El chihuahuense impuesto a trompicones en la coordinación de los senadores panistas, Gustavo Madero, estuvo a punto de sacar champaña para celebrar, pues dijo que entre las “novedades” manliofábicas y la propuesta original calderona hay muchas “coincidencias”, lo cual permitirá (¡oh, sorpresas que da la vida! ¿A quién se le habría ocurrido que pudiera suceder tal portento?) sufragios concurrentes de la mayoría tetracromática (verde, rojo, blanco y azul), todo lo cual generó en el felipense Madero un confeso estado de “beneplácito”. La caldera energética, es decir, la secretaria Kessel, también expidió certificado oficial de que la medicina dizque alternativa del doctor Manlio Simi es absolutamente compatible con los diagnósticos y recetas originalmente dadas por el Círculo Inn Timo de Loss Pinos: hay más coincidencias que diferencias, sentenció quien fue directora de la Casa de la Moneda.
Ya podría considerarse marca de la casa el numerito de las presuntas contrapropuestas priístas que ayudan a salvar, según eso con correcciones y limaduras, las iniciativas originales del panismo que invariablemente acaban entrampadas. Felipe propone, la oposición obviamente se opone y llega el priísmo, encabezado por Manlio, y todo a sus conveniencias lo recompone/descompone. Proceso de rescate (Feliproa) que conlleva costos explicablemente a la alza entre más peligros sean abatidos y menos tiempo (legislativo) se tenga para las maniobras. El Grupo Priísta de Reacción Inmediata GamBel (por los apellidos de los dos principales agentes, uno yucateco y diputado, otro sonorense y senador) cobra caro, y en esta ocasión pretende que la política social electoral, tradicionalmente utilizada por el gobierno federal en turno para garantizarse buenos resultados comiciales, sobre todo en definitorias etapas intermedias como la de 2009, sea compartida entre los dos buenos hermanitos PRI y PAN, que así relegarán al mal portado PRD y se encaminarán a un sano cierre del círculo perverso de la alternancia partidista negociada cuando el tricolor recupere lo que por dos tandas le cedió a los panistas incontinentes en términos de poder.
Aparte del virtual cogobierno en el ejercicio del presupuesto de la Secretaría de Desarrollo Social y otras áreas asistenciales, los servicios de vigilancia privada GamBel desean que los negocios derivados de la privatización petrolera salpiquen a gobernadores priístas y que con nuevas empresas relacionadas con lo energético se abran nuevas oportunidades de contratación de personal bi-partidista y no sólo blanquiazul. Es explicable, con esas expectativas de negocios compartidos, que no sea tocado ni con el pétalo de una enmienda el emblemático sindicato petrolero, que tradicionalmente ha encontrado formas contables de devolver favores en metálico a las campañas de sus patronos políticos; respetar la corrupción actualmente coordinada por Carlos Romero Deschamps es demostrar a los émulos del futuro que, acogidos a buen árbol priísta, siempre gozarán de las sombras de la impunidad.
La presentación en sociedad de la sabida y largamente esperada convergencia de panistas y perredistas generó la también sabida y largamente anunciada advertencia opositora de que se podrían tomar tribunas y organizar actos públicos de resistencia mayor. En Jalisco, durante una de las giras de organización de las brigadas contra la privatización del petróleo, López Obrador señaló que el PRI pretende hacerle el trabajo sucio al PAN y que los defensores de la riqueza nacional no permitirán simulaciones ni disfraces empanizados. Frente a la firme postura de la base social y los líderes de la mencionada resistencia se ha levantado una engañifa que da cuenta de la catadura de los llamados Chuchos: el sustituto dirigente formal del PRD, Guadalupe Acosta Naranjo, llegado a esa posición precaria en circunstancias que a nadie pueden enaltecer, pretende erigirse en poderoso negociador a título propio con panistas y priístas para llegar a “acuerdos” que, al igual que la propuesta del doctor Manlio Simi, acaben siendo lo mismo. A fin de cuentas, el choque de posturas está emplazado con claridad: las “instituciones” pretenderán imponer su legalidad, contraria al interés popular, mediante simulaciones legislativas y arreglos de cúpulas, mientras el movimiento social de resistencia se apresta nuevamente a luchar. Uf, otra vez (aunque siempre era sabido, aunque nada fue sustancialmente distinto de lo previsto): tictac, tictac.
Astillas
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