10 de febrero de 2011

El discurso de Carmen Aristegui

Muy buenos días, amigos ciudadanos, colegas y periodistas. Me permitiré dar lectura a un texto que he escrito para asumir una postura pública sobre mi despedida del noticiero matutino de Noticias MVS, ocurrida este fin de semana, asunto que ha generado múltiples muestras de solidaridad que desde aquí agradezco.

Este es un suceso que, si bien afecta la vida profesional y laboral de un grupo de personas –entre las que me incluyo–, tiene una trascendencia mayor a ese mero alcance limitado. Sobre lo que quiero pronunciarme es sobre el alcance mayor de este evento que impacta de diversas maneras a la sociedad mexicana. Una sociedad que en estos días y horas ha dado muestras de determinación y capacidad de respuesta frente a un hecho que la agravia y que lesiona sus derechos fundamentales. La vigorosa, fuerte y decidida voz de miles de personas en las redes sociales –Twitter, Facebook–, otras modalidades y las manifestaciones en la calles son, en sí mismas, un gran acontecimiento. La gran noticia de que estamos vivos; de que los mexicanos, a pesar de la espiral de violencia, muerte y horror que nos acompaña todos los días, estamos aquí para reconocernos en el espejo y luchar por un México mejor. Agradezco todas estas expresiones y celebro aquí, entusiasmada, su existencia y el signo vital que las acompaña. Abrazo a quienes en todos los tonos y con los diferentes lenguajes se han manifestado en contra de lo que es, a todas luces, un hecho autoritario, desmedido e inaceptable. Un hecho así sólo es imaginable en las dictaduras que nadie quiere para México: castigar por opinar o por cuestionar a los gobernantes. El tema nos pega a todos. No sólo nos afecta a nosotros como profesionales y a los ciudadanos a los que se les quita un espacio. Se afecta también a este medio de comunicación y al grupo empresarial que desarrolla diversas actividades productivas a favor del país. Este grupo está encabezado por una familia a quien estimo y valoro. Fundada por uno de los hombres más queridos y respetados de la industria como fue don Joaquín Vargas Gómez. Lamento sinceramente que sus nombres están siendo acribillados con insultos en las redes sociales por la decisión tomada.

Tenemos que preguntarnos ¿por qué sucedió esto y cómo fueron las cosas? El pasado viernes 4 de febrero en mi libre derecho a la expresión formulé un comentario editorial que aludía a un incontrovertible hecho noticioso. A raíz de lo ocurrido en la cámara de diputados el día anterior, cuando un grupo de legisladores exhibió una manta con la foto de Felipe Calderón con los ojos enrojecidos en la que se leía: “¿Tú dejarías a un borracho conducir tu auto? No, ¿verdad? ¿Y por qué lo dejas conducir al país?” Naturalmente se produjo una gran rispidez que orilló a suspender la sesión en el recinto legislativo. Había ahí ya una historia que contar a nuestras audiencias. Mi compañero Omar Aguilar presentó con gran profesionalismo ese hecho noticioso con pulcritud, con claridad y con suficiencia. Jamás ocultó ni la manta, ni el contenido de la manta, ni a los autores de la manta. No truqueó nada para que los televidentes y radioescuchas no se enteraran de lo que decía la manta. No trampeó con nadie y presentó al público, como el público merecía, todas las expresiones que en diferentes sentidos se emitieron al respecto. Nuestro auditorio quedó perfectamente informado del acontecimiento y con elementos suficientes para hacer su propia valoración de las cosas. La información presentada me sirvió a mí de base para formular el citado comentario editorial: “dejemos a un lado la caricatura”, dije, “tomemos el asunto con seriedad”. E hice algunas otras consideraciones y terminé con un cuestionamiento formal a las autoridades: “¿tiene o no problemas de alcoholismo el presidente de la República?” Yo no tengo manera de corroborarlo, pero si fuera el caso sería algo delicado que deberíamos saber. No hay nada de ofensivo en la interrogante, especialmente si se trata de algo que, de existir, afectaría por su naturaleza la toma de decisiones que impactan en todo momento a millones de personas en el país. El comentario editorial cerraba diciendo que el tema, y dada su exposición pública a través de la manta de los legisladores merecía una respuesta seria, formal y oficial de la propia presidencia de la República. La presidencia no respondió a la periodista; de inmediato exigió a los dueños, que no a la periodista, una disculpa pública inmediata por la tremenda osadía. Demostró con ello un grado de irritabilidad e intolerancia que por sí mismas hablan de algún tipo de problemática que, por supuesto, también deben ser analizadas.

Reconozco que el cuestionamiento era duro, pero de ningún modo injurioso o difamatorio. Tampoco se transgredía al código de ética que ha sido aludido. Era simple y llanamente la formulación de una pregunta válida, pregunta hecha por una periodista cuya intención quedaba perfectamente delimitada, el estado de salud y grado de equilibrio de un mandatario por supuesto, que es un asunto de claro interés público. La sociedad mexicana tiene derecho a saber con certeza. Sin ofensas, sin caricaturizaciones sobre las condiciones de salud de quien ha tomado y seguirá tomando todos los días decisiones gravísimas que impactan sobre el destino de una nación. ¡Y vaya que si ha impactado el destino de la nación las decisiones tomadas desde Los Pinos en este sexenio!

El motivo de mi despedida, se dijo, fue haberme negado a dar una disculpa y haber transgredido el código de ética de la empresa, cosa que es falsa y se convirtió sólo en una coartada. En este momento no sólo no rectifico, ni me disculpo porque no hay nada que disculpar, sino por el contrario ratifico la pertinencia de que la presidencia de la República se manifieste al respecto. Lamento sí, personalmente, que el presidente y su familia se hayan sentido ofendidos por el cuestionamiento. No hubo ni hay en la formulación de mi pregunta ninguna intención o ánimo de ofender. Lamento que ellos se hayan sentido ofendidos, si así ocurrió, pero aun así la pregunta sigue vigente.

El ejercicio del poder hace que las figuras públicas sean sujetas a escrutinios e interrogantes a las que no estarían sujetas otras personas por razón, precisamente, de sus responsabilidades y del impacto de sus decisiones. En una democracia esto forma parte del juego. ¿No tuvo Bill Clinton que hablar de semen depositado en el vestido azul de una muchacha ante una audiencia de millones de personas?, ¿no acaso el estado de salud de Dylma Rousseff fue motivo de debate público antes de llegar a ser la presidente que es?, ¿acaso no son las francachelas y excesos de Silvio Berlusconi materia de debate nacional?, ¿por qué en México los empresarios de los medios pueden ser sometidos a presiones indebidas para que silencien a los comunicadores?, ¿por qué la sociedad mexicana se tiene que conformar con una sola visión de las cosas?, ¿por qué fatalmente tenemos que vivir con la existencia de un duopolio televisivo que no sólo envilece las pantallas con programas denigrantes y nocivos, como los de reciente estreno, sino que es ya en sí mismo un poder que ha dañado la vida democrática nacional?, ¿por qué México está entrampado en una espiral de degradación e infamia sin que hagamos nada al respecto?, ¿por qué, como dicen los firmantes de una de las cartas de protesta publicadas en estos días, seguimos dejándonos conducir de esta manera al país?, ¿qué clase de democracia es esta que por un comentario editorial que irritó al gobernante se le corta la cabeza a quien opinó?, ¿por qué desde el poder político pueden llevar las cosas al extremo, escalando el conflicto, deliberadamente, hasta lograr hacer las cosas imposibles, tanto al empresario como a la periodista ocasionando la ruptura?

La pregunta es: ¿cómo es que pudieron elevar desde Los Pinos el grado de exigencia pidiendo casi la humillación por un hecho absolutamente sobredimensionado?, ¿cómo es que a un empresario, a quien tenemos por decente, lo llevaron a comportarse de esa manera?, ¿cómo pudieron lograr que se sintiera obligado a tal punto como para exigirme la lectura de una carta, obviamente no escrita por mí, en términos que me eran ajenos y por supuesto no empataban con lo que dictaba mi conciencia, para satisfacer la ira presidencial?

La exigencia de la lectura indigna de esta carta, que quien me la formuló sabía de antemano que yo rechazaría. Se llegó a ese extremo por el grado de vulnerabilidad en la que quedan quienes tienen negocios o concesiones en el mundo de las telecomunicaciones y los medios de comunicación en México. Ese es el tema verdadero. En este caso hay un conjunto de concesiones en juego, y la resolución final sobre lo que pase con ellas se encuentra en el cajón del presidente. Lo que debería ser técnico, jurídico y legal, en la realidad es un asunto político y discrecional. La aprobación, que ha pasado ya por todos los filtros legales y técnicos, para aprobarse, está sujeta a la venia final del presidente, y ni siquiera a la venia final del presidente, sino a la venia final de quien, a su vez, presiona al presidente. Es decir, a los poderes dominantes con las telecomunicaciones cuyo poder desmedido impide la entrada de nuevos competidores y a los que existen les hacen la vida verdaderamente imposible. Si existe a nuestros días un elemento que condiciona y distorsiona la relación de los medios con el gobierno es esta discrecionalidad, esta discrecionalidad política en la toma de decisiones en materia de refrendo y otorgamiento de concesiones en el ámbito de las telecomunicaciones. Es esta una de las razones fundamentales por las cuales en México no se despliega a plenitud un derecho fundamental como el de la libertad de expresión. Asuntos que deberían resolverse con la mayor certidumbre jurídica en materia de plazos, planes de cobertura, planes de negocios y de inversión terminan siendo asuntos de decisión política y no de las áreas técnicas en la materia. Es el caso de las concesiones que en la banda del 2.5 gigahertz tienen varios operadores en el país, del que MVS Comunicaciones posee la mayoría de ellas. No obstante haber ya desahogado todos los requerimientos técnicos en materia de competencia, de la opinión favorable de algunos comisionados de la Cofetel, y de la opinión favorable de la Cofeco y de tener a la espera, con riesgo de perderlas, cantidades millonarias de inversionistas nacionales y extranjeros, a pesar de tener todo en regla y un mercado demandante, indebidamente, inexplicablemente la decisión se ha retrasado por cinco años. Teniendo todo en regla no hay razón técnica, tecnológica, jurídica ni económica que hoy no esté suficientemente satisfecha. La única razón que hoy impide a MVS Comunicaciones desplegar una red nacional de ancho de banda para internet que compita con los grandes conglomerados es total y absolutamente política. Porque se coloca como una espada de Damocles en la vieja tesis autoritaria de la zanahoria y el garrote: “Te portas bien, te refrendo la concesión; te portas mal, la detengo o te la niego”. Este es el ambiente de presión en el que se desenvuelve la relación no sólo de los concesionarios con el gobierno, sino es el ambiente en el que se desenvuelve el trabajo y el desempeño profesional de cientos de profesionales en su relación con las empresas de comunicación. Esa es la batalla diaria. En la medida en que los comunicadores y los empresarios batallan frente al gobierno, en esa medida las audiencias ganan o pierden en información. Lo más grotesco y paradójico de esta realidad es que los que más se benefician de esta herencia del viejo régimen son los grandes monopolios que ahora son capaces de mantener este diseño para evitar a los nuevos competidores y aquí aparece, de nueva cuenta, la enorme responsabilidad de un poder legislativo que ha preferido el mantenimiento de las reglas no escritas en lugar de una legislación moderna que dé certidumbre jurídica a los empresarios, tutele los derechos de los periodistas y garantice el derecho a la información de todos los ciudadanos. Agradezco, por cierto, desde aquí el debate de ayer y los pronunciamientos desde el Congreso que se hicieron por parte de los legisladores, sobre el caso de nuestra despedida de MVS noticias. Sin embargo, no sirve de mucho a la democratización de los medios de comunicación condenar la censura si al mismo tiempo se coexiste con leyes que podrían y deberían ser modificadas en beneficio de la población y no de unos cuantos.

Sobre este ambiente de presión del gobierno hacia algunas empresas de comunicación actúa un fenómeno aún más grave, más grave que el antiguo control estatal sobre los medios, se trata del debilitamiento del estado y de sus instituciones por virtud de una supeditación política que parte desde la presidencia de la Republica, atraviesa las Cámaras del Congreso, amplias franjas del poder judicial, órganos reguladores a manos de los nuevos poderes informales o fácticos que han logrado imponer su lógica de chantaje e intimidación, porque eso es lo que es, que los ha llevado a niveles de audacia y en un cálculo de poder para sustituir, por lo menos parcialmente, a los poderes de la República. Ahí está, por ejemplo, una tele bancada. Ahí están, por ejemplo, los sujetos reguladores capturados por sus regulados. Como nunca en la historia del Estado mexicano se ha dejado crecer a estos poderes en México que han llegado a tal punto –a la osadía, diría yo– de querer también apropiarse de la propia presidencia de la República. De otra manera no se explicaría la multimillonaria inversión que han hecho de construirle una candidatura presidencial al gobernador mexiquense.

El trasfondo de lo sucedido en nuestro caso y que ha generado todas esas reacciones tiene que ver precisamente con este clima. Por esa razón es que una empresa decide, en sentido contrario de sus intereses, cancelar en el momento de mayor expansión, de mayor prestigio, de mayor influencia, un espacio de información critica, de debate y de opinión, que ha sido valorado por los anunciantes y sus audiencias. Por eso toma una decisión suicida. Como tantas otras, ésta es una empresa sometida indebidamente a una presión incompatible con un régimen democrático y con un Estado de Derecho. Mientras no cambiemos las estructuras que están en la base de esta relación insana, escuchas con influencia crítica se ven permanentemente hostilizados y en conjunto los medios de comunicación terminan por estandarizar o uniformar sus coberturas informativas. Se achata la libre expresión. Se merma el debate, se inhibe la conducta crítica. Eso daña severamente la democracia, y por supuesto los derechos fundamentales de las y los ciudadanos de este país.

Y bueno, me dirán “¿ahora qué hacemos con lo sucedido?” Aceptemos lo sucedido, que no le viene bien a nadie u optamos por la ética de la responsabilidad y buscamos un camino. Buscamos un camino sin claudicar, pero sin exigir que el otro se arrodille. Joaquín Vargas sabe perfectamente que yo no infringí ningún código de ética, sabe lo que sucedió, sabe que fue una coartada. Sabe, porque lo sufre todos los días, de las razones verdaderas que están detrás de esta decisión que están a punto de cortarnos la cabeza. Y digo a punto porque voy a plantearle una salida digna, decorosa e inteligente. Ya sabrá si la toma. Joaquín sabe como pocos de lo que estoy hablando. Le digo a MVS que no le demos gusto a los que saborean este fracaso. Lo sucedido entre el viernes y el fin de semana, entre Los Pinos, nuestras oficinas, no sé si también en otras, la destilería y el Meridien, es algo que no se merece nadie, que nos daña a todos y que para lo único que va a servir es para el desahogo absurdo de un berrinche presidencial y para el beneplácito de los que prefieren que nadie compita, que nadie cuestione o que se cuestione poquito. No se lo merece un grupo de profesionales que estaba haciendo su trabajo que se ve brutalmente interrumpido. No se lo merecen por supuesto las audiencias. No se lo merece la familia Vargas porque han sido colocados en una disyuntiva perversa en donde tienen que calibrar como grupo empresarial qué les cuesta más frente al gobierno y poderes que lo presionan, si la cabeza de Aristegui o la banda de los 2.5 gigahertz. No se lo merece el país.

La Asociación Mexicana de Derecho a la Información, la Amedi, a la que pertenezco y preside el maestro Raúl Trejo Delarbre, ha dicho que la salida nuestra del aire es una pésima noticia para la sociedad mexicana. “La decisión que cancela ese espacio radiofónico es desafortunada para todos. Pierde la empresa MVS, cuya independencia editorial queda en cuestión debido a la supresión de ese espacio crítico. Pierden la periodista y su amplia audiencia. Pierde la presidencia de la República, de donde surgieron las exigencias para que Carmen Aristegui se disculpara por un comentario que hizo el viernes 4 de febrero”. Amedi exigió a la presidencia que con hechos, y específicamente en este caso, garantice el derecho a la libertad de expresión, así como el derecho de los ciudadanos a la información. Solicitó a MVS que reconsidere el despido de la periodista. Y es exactamente lo mismo que solicito a ellos ahora desde aquí. El país no está más para seguir perdiendo los espacios que hemos ganado. El país no está para que se nos sigan regateando los derechos que nos pertenecen. México atraviesa por un momento crítico, el nivel de descomposición, de violencia y de debilitamiento institucional es profundamente grave como para quedarse parado. No nos puede ganar el pasmo cuando el futuro de México se ha ensombrecido. Nos necesitamos informados, en alerta, críticos; no nos podemos dar el lujo de tirar por la borda lo ganado ¿a cuenta de qué lo justificaríamos?

Nuestra transición democrática ha adquirido un cariz trágico, los niveles de violencia, de descomposición y de degradación de la vida púbica están llegando a niveles de escándalo. La clase política mexicana que no ha estado a la altura de los retos y los desafíos nacionales parece no darse cuenta del avance de estos nuevos fenómenos de poder que han carcomido y debilitado como nunca sus estructuras. ¿Dejamos que sigan avanzando sin contraponer una fuerza social que por lo menos los identifique, los discuta, los analice, los denuncie? ¿Nos quedamos a la sombra de políticos sometidos a intereses particulares porque antes que gobernar bien hay que salir en la tele?, ¿o de gobernantes timoratos e irresponsables que lejos de atemperar las concentraciones monopólicas las han hecho crecer más creando monstruos de poder que los tienen sometidos y frente a los cuales no se atreven a dar ni un paso?

Esta mañana hago un llamado a revertir los efectos de este hecho ominoso. Yo tiendo la mano y escucho a los que están en la calle y me dicen “tienes que regresar”. Estoy dispuesta a regresar al aire este lunes siempre y cuando se cumpla con una condición única y básica: que MVS anuncie que retira de forma oficial el comunicado emitido junto con mi salida en el cual afirma, falsamente, que trasgredí nuestro código de ética y que promoví la difusión de rumores como noticias. Como consecuencia de ello pido que se publique otro comunicado oficial de la empresa en donde la valoración sobre mi integridad ética y profesional que pretendieron dejar en entredicho quede resarcida. Si MVS acepta hacerlo, se reconocerá tácitamente la naturaleza real de lo sucedido. Con eso sería suficiente. Joaquín lo sabe muy bien: que mi integridad profesional y ética nunca estuvo en entredicho realmente, que fue una coartada para tomar una decisión que le imponían, que el verdadero problema está en otro lado. Regresemos al aire y quedará evidenciado. La presidencia tendrá que hacer una valoración de lo sucedido, serenamente, sin odios, con la seriedad que implica tomar decisiones a nombre de los otros y aceptando, aunque no guste, que los ciudadanos y los periodistas tenemos derecho a preguntar, a inquirir y a criticar sobre lo que juzguemos pertinente.

Estoy aquí para hacer este llamado, para revertir un hecho ominoso como el que sucedió de manera digna, decorosa e inteligente, apostando por la verdad pero sin romper lo construido. Mi muy querido amigo Jorge Ramos escribió hace tiempo un texto magnífico que tituló “el derecho a preguntar”. Recordaba ahí a la maestra Oriana Fallaci, quien decía que no debía existir ninguna pregunta prohibida. Todo se puede preguntar, con mayor razón si se trata de preguntar a gente con poder. Jorge contaba también de una entrevista realizada al presidente Vicente Fox. Había interrogantes en el ambiente de por que parecía desanimado, sin ímpetu, sin grandes propuestas. El periodista le pregunto al mandatario, sin con ello alimentar rumores sino tratar de clarificarlos: ¿toma Prozac? Le preguntó, Fox miró al periodista y contestó simplemente “no”. Por supuesto que no le gustó la pregunta, pero la contestó. Tal como escribía Ramos, no hay pregunta prohibida. No hay pregunta tonta, y cuando surge la oportunidad, hay que hacerla aunque sea la última vez.

A partir de aquí cierro mi comentario; no agregaría más porque el planteamiento está formulado y lo que resta es esperar una respuesta. Muchas gracias a todos.

*Leído el miércoles 9 de febrero en Casa Lamm

Actualizado ( Jueves, 10 de Febrero de 2011 09:21 )

Abróchense los cinturones. El Barça de Guardiola

Por Juan Villoro

El Barça de Guardiola

Cuentan que Oswaldo Zubeldía, legendario entrenador de Estudiantes de la Plata, amaba tanto los resultados que cuando su equipo ganaba 1-0 sentía que había cumplido su misión. A partir de ese momento, no le interesaba otra cosa que aniquilar el juego.

Cuando enciende su mejor puro y ficha a un entrenador, el presidente de un club no espera obras de arte ni una coreografía sobre el césped, sino resultados que salven su cabeza ante los socios.

Aunque no tenga la pasión resultadista de Zubeldía, el técnico es rehén de la estadística. Puede ser tan filósofo o tan poético como le dé la gana, siempre y cuando las teorías y las musas contribuyan al marcador. Sumar puntos es la áspera obligación del hombre que piensa al borde de la cancha.

Helenio Herrera se veía a sí mismo como un Zeus provisional, que gritaba insultos geniales y hacía ademanes más eficaces que los rayos. Incluso este hombre convencido de su inspiración, comentó resignado: “Si se puede ganar jugando bien, estoy conforme, pero a los quince días se olvida si el partido ha sido bueno o malo. En la tabla queda el resultado, eso es lo que cuenta”.

¡Difícil oficio el de los artistas que sólo perduran si salen del estadio con tres puntos! La creatividad depende de un impulso gratuito, de la búsqueda del placer, de la obtención de una belleza que no siempre es útil. ¿Hay espacio para ella en un deporte que exige cuentas favorables?

Pep Guardiola

Como el poeta que reinventa su libertad entre las catorce rejas de un soneto, Pep Guardiola es responsable de un sueño que se mide en números.

Una arraigada tradición ha convertido al F. C. Barcelona en una entidad altamente competitiva a la que no le basta ganar. El buen juego es parte de su temperamento. A diferencia de hinchadas que aplauden inocuos lances de fantasía y odian la vulgaridad de ser campeones, los aficionados culés aman la victoria, pero no a cualquier precio.

El 8 de mayo de 2008 Josep Guardiola se hizo cargo de un equipo que dormía una larga siesta después de haber alzado el trofeo de la Champions en París el 17 de mayo de 2006. Sus credenciales como entrenador eran buenas y breves. Había logrado que el Barcelona B ascendiera de Tercera a Segunda División B, con un estilo de juego del que se hablaba muy bien, pero que pocos habían visto.

Entrenador Barça

Su fichaje parecía más emocional que deportivo. El niño nacido en el pueblo de Santpedor era un candidato perfecto para apaciguar el fuego en torno al presidente Joan Laporta, al que se le exigían trofeos después dos temporadas de sequía.

En el currículum barcelonista de Guardiola sólo faltaba haber sido el niño que corona la pirámide humana de un castellet en las verbenas populares. En su infancia fue recogebolas en el Camp Nou y desde niño vivió en La Masia, la casa-escuela donde se forman los cracks del Barça. En otras palabras, se trata de un canterano de cuento de hadas. No hay que olvidar que los hermanos Grimm ampararon sus cuentos bajo el lema: “entonces, cuando desear todavía era útil”. La infancia es la edad en que los deseos son útiles. Ahí regresa el hincha en los días de gloria y de ahí viene Guardiola. A los 38 años conserva los ojos del niño que veía con azoro a los gladiadores en la cancha y aspiraba a devolverles el balón.

Guardiola y el 4

Como jugador, Guardiola creció para reinventar el número 4: un táctico rezagado. Cruyff le prohibió retener la pelota. Lo suyo no era el regate, sino la inteligencia rápida. En su condición de volante que construye desde atrás, pasó por el fútbol como descubridor de huecos. Sus diagonales se dirigían al sitio sin nadie donde aparecía un compañero. Ante una fórmula eficaz, los matemáticos hablan de una solución “elegante”. Guardiola desplegó la elegancia de la hipotenusa y recordó que al Camp Nou se llega por la Avenida Diagonal.

Nadie podía dudar que el olímpico que conquistó la medalla de oro en Barcelona 92 y ese mismo año levantó la Champions en Wembley, fuese un digno representante de la casa. No en balde había salido al balcón de la Generalitat para gritar como su tocayo Tarradellas, presidente de Cataluña después del franquismo: “ja la tenim aquí!”, en referencia, no a la ley, sino a su variante con baño de oro: la copa de la Champions.

Pero las cosas también podían torcerse. Después de ser el chico consentido del dream-team, Guardiola sufrió lo suyo en la liga italiana, donde fue injustamente acusado de dopaje. De ahí se fue a tragar polvo y malos ratos a los desiertos de Qatar y Sinaloa. Sus últimos años como futbolista no representaron un esplendor en la hierba. Y sin embargo, era el optimista de siempre, que encomiaba las bondades del juego abierto, la valentía de enfrentar a los rivales, la nobleza de pertenecer a un grupo. Estos méritos no convencían del todo a un sector del barcelonismo, amigo de las decisiones duras y de resolver los enigmas con riñones.

Para algunos, era al nuevo míster le faltaba experiencia y le sobraba sofisticación (“¡que lea menos y que juegue, coño!”) para lidiar con los medios, los egos del vestuario, los enemigos armados hasta los dientes.

El fútbol produce una vejez rápida. La jubilación del crack llega muy pronto; antes de los cuarenta, queda confinado a administrar sus recuerdos o una parrilla de churrascos. Sin embargo, quienes optan por entrenar se conservan como momias en perfecto estado de neurosis. En cada partido están más arrugadas, pero no dejan de gritar. El fútbol es una actividad donde el pésimo carácter del técnico parece signo de clarividencia. De Mourinho a Luis Aragonés, abundan los hombres con rapidez para el insulto. El respeto que provocan no es el de las ideas, sino el de quien tiene el cuchillo más afilado para rebanar jamón.

Guardiola asumió una profesión donde muy pocos son delgados y casi todos tienen la piel reseca de los que han sufrido muchas lluvias y tomado decisiones de angustia.

En el verano de 2008 vino la pretemporada. Como el Fausto de Goethe, el Barça de Guardiola tuvo su prólogo en el cielo. Los partidos amistosos se ganaron por goleadas, el debut en la Champions ante el Wisla trajo un 4-0 de ensueño y el trofeo Gamper se conquistó con gol de último minuto, ante un formidable Boca Juniors.

En un memorable diálogo con Sergi Pàmies, celebrado en Caixaforum a fines de 2006, Guardiola dijo que hay dos tipos de entrenadores: los que resuelven los problemas y los que prefieren que los problemas se resuelvan solos. Ya sabemos a qué rango pertenece. Su deseo de intervención se ha visto en cada jugada y cada entrenamiento. Convencido de que Dios está en los detalles, no se conforma con el buen juego. Si Piqué tarda en amarrarse los botines para salir al campo, lo regaña con furia de perfeccionista.

Cuando aún llevaba el número 4 del Barça, Jorge Valdano describió a Guardiola como “el único entrenador con el balón en los pies”. El estratega práctico también cautivó a Manuel Vázquez Montalbán y Santiago Segurola. ¿Un futbolista para intelectuales, demasiado sensible para un oficio donde los bravos beben vinagre y comen estatuas a dentelladas?

La pretemporada confirmó que el nuevo técnico era mucho más que una elección sentimental. El primer cambio decisivo que aportó fue la actitud del equipo. Después de conquistar la Champions, las huestes de Rijkaard pusieron en práctica la frase de Hemingway: “París no se acaba nunca”. Guardiola no acabó con París, pero sí con la relajación. En beneficio del fútbol y en perjuicio de los vendedores de camisetas, el Barça de los generales en asueto se convirtió en el de los tenientes hiperactivos. Menos individualidades de marca y más marca de equipo.

En agosto del 2008, el partido por el trofeo Gamper se prestaba para una fiesta relajada. Resultaba extraño que las porterías no estuvieran marcadas con mochilas, como en el patio del colegio. Pero el Barça jugó con la fibra que tendría a lo largo de toda la temporada. Esa noche, en su discurso de presentación, Guardiola dijo: “Persistiremos”. Este lema de heavy metal caló hondo en una escuadra que perdía 0-1 pero estaba convencida de que la prórroga es una épica de alto volumen y logró la remontada.

En su discurso, Guardiola usó un recurso exótico en el fútbol; empeñó su “palabra de honor”. Entre las estadísticas del deporte habría que contar a los protagonistas capaces de honrar sus palabras. Seguramente son escasos. Sin duda, Guardiola es uno de ellos.

Guardiola Entrenador

El Barça se había sacudido los fantasmas de parecer una entidad administrativa, un parlamento en crisis o un spa demasiado costoso.

Desde el banquillo de la decisión y la neurosis, Guardiola se decidió a enfrentar el triunfo o el fracaso. No es fácil cortejar a la diosa Fortuna fuera del campo, esa zona del espacio exterior donde nadie puede oír tu grito. “Persistiremos. Abróchense el cinturón y lo pasaremos bien”, dijo el piloto de la nave. Sólo había una certeza al inicio de la temporada: lo que avanzaba era más que un club.

Aunque poco después el equipo perdió su primer partido de la Liga contra el Numancia, quedó claro que estaba magníficamente entrenado. Dos cosas distinguen a un cuadro dominador: la posesión del balón y las oportunidades de gol. Esa noche el Barcelona pudo haber goleado, pero la puntería es tan difícil de entrenar como la chiripa y el equipo blaugrana debutó en la Liga con una derrota.

Los resultados cambiaron al poco tiempo, demostrando que la belleza puede ser una forma de la eficacia. La geometría de los pases llegó como el sello distintivo del equipo, y Guardiola exigió algo que nunca tuvo como jugador: contundencia goleadora. Además, trabajó con las complejas psicologías de los astros. Ignoro lo que le dijo a cada uno y supongo que no se parece a lo que diría el Dr. Freud, pero es obvio que reforzó la pasión competitiva de Eto’o, tuteló a Márquez en plan de hermano mayor, le demostró a Henry que era necesario y en verdad podía quedarse. El mérito esencial, sin embargo, fue darle prioridad al juego de conjunto. Los acaudalados hombres de pantalón corto suelen reaccionar como niños ante las rotaciones: si los sacan del partido es porque no los quieren. Para que entiendan y respeten que deben ser sustituidos es necesaria una disciplina, si no tan ardua como la del desaparecido ejército prusiano o la temible escuela de bailarinas del ballet Bolshoi, al menos como la de un laboratorio suizo. Fue lo que impuso Guardiola.

Si el ornitorrinco parece un castor diseñado por un comité, podemos decir que la mayoría de los equipos tienen diseño de ornitorrincos; su extraño ensamblaje revela las presiones divergentes de los promotores, el director deportivo, el presidente, el entrenador y la esposa del jugador mejor pagado. Guardiola creó un grupo homogéneo, sirviéndose de trabajadores como Puyol, Iniesta o Xavi, que, ganen lo que ganen, siempre serán de clase media y preferirán comer los macarrones de su madre que tomar un avión para cobrar una fortuna en un comercial.

Un alto ejecutivo de Nike me dijo que Xavi es de uno de esos genios del fútbol que, extrañamente, no vende camisetas. Ni siquiera después de ser declarado el mejor jugador de la Copa de Europa adquirió el rango de ídolo mediático. A diferencia de Beckham, que nunca jugará tan bien como en un anuncio de Gillette, Xavi representa el juego colectivo: sus pases existen para justificar a quienes rematan.

Guardiola confía tanto en la supremacía del grupo que en la jornada 27 presentó una alineación inédita. Es capaz de hacer debutar a un jugador en el último partido de la Liga.

Barça 2009

Desde luego, todo depende de ganar trofeos. El Barça de la temporada 2008-2009 logró lo que ningún otro equipo español había podido hacer: ganar la Liga, la Copa del Rey y la Champions. El estilo de juego, en sí mismo meritorio, se sostuvo como una virtud porque los marcadores la ampararon.

Laporta conquistó algo más que un socio sentimental para acallar las críticas. Con Guardiola llegó un proyecto tan definido como los pases que trazó en el campo. Su obsesión por el trabajo lo lleva a una extenuante rutina en la Ciudad Deportiva. Cuando no entrena, contempla videos. El hecho de que no se desconecte puede ser peligroso a largo plazo. A ciertos entrenadores les conviene tener una turbulenta vida personal para pensar en otra cosa después del partido, otros se relajan con el golf, la pesca o paellas excesivas. Guardiola descansa del fútbol con más fútbol. Quizá esta sobredosis tenga que ver con que aún atraviesa una fase formativa como entrenador. No sé si disfruta el doble que nosotros con cada triunfo, pero estoy seguro de que sufre el doble con cada caída.

Aunque esta actitud comporta un desgaste personal, funciona de maravilla con los jugadores. El vestidor lo sigue con fe ciega. Guardiola habla como si el azar no existiera y la pelota rebotara por obra de la voluntad. Aunque se formó con Cruyff, cuyas inspiradas decisiones tenían la gracia de no poder ser explicadas, detesta la improvisación. No sólo prepara los partidos, sino las ruedas de prensa.

Una de las características del Barça de Guardiola es que juega igual en cualquier minuto del partido, sin depender del marcador. Esto se refiere al tiempo, pero también al espacio. Martín Caparrós ha observado con pericia que el Barça borró la noción de área grande. Al llegar ahí, sigue buscando paredes y combinaciones, como si estuviese en media cancha.

Superado el resbalón al inicio de la Liga, el equipo dejó perplejo al espectador curtido en mil batallas. ¿Cuánto tiempo podrían jugar tan bien? “Aún no hemos ganado nada”, advirtió Guardiola cuando recibieron el simbólico título de “campeones de invierno”. Faltaba la segunda vuelta.

Los héroes necesitan de malos ratos para probar de qué están hechos. De pronto, el Barça fue derrotado por equipos de poca monta y por el impredecible Atlético de Madrid. El técnico entró en su primera crisis y su reacción fue encomiable. Reforzó las rotaciones, apeló a los jugadores de la cantera, enfatizó las razones por las que jugaban y la forma en que debían hacerlo. Además, se responsabilizó por completo del destino, quitándole peso a los demás: “El líder soy yo, que me sigan. Sé que ganaremos la Liga”. En los tiempos de bonanza, recordó que no había que celebrar antes de tiempo; durante el bache, renovó su fe en el triunfo.

El estilo de Guardiola es novedoso; se exige mucho a sí mismo y libera a los jugadores. El relajado trato a los demás se advierte en las concentraciones. Los jugadores van a casa antes del partido y cada uno llega al campo en su coche. El técnico ha conocido a suficientes tiranos e iluminados del fútbol para saber que no quiere ser uno de ellos.

Los aficionados, expertos en roer uñas por nerviosismo, cayeron en otra preocupación: ¿no sería Guardiola demasiado responsable? El entrenador trabaja con minucia de artesano. Curiosamente, el resultado de sus fatigas es un sueño. ¿Empeñaba demasiado esfuerzo para mantener viva la ilusión? La inteligencia requiere de reposo. Ludwig Wittgenstein se relajaba viendo westerns. Enemigo de la frivolidad, Guardiola se preocupa. Nadie le ha presentado a esa señora llamada Indiferencia.

Sus allegados saben que cuando razona, se rasca la cabeza. Es buena señal: el Barça está en movimiento. El problema es que no hay descanso. Desde que Ulises padeció la comezón que resolvió con el Caballo de Troya, no había una cabeza más rascada en el Mediterráneo.

Barça-Real Madrid

En la temporada 2003-2004, el Real Madrid de los galácticos puso a prueba los adjetivos de los periodistas. Aquella escuadra de improbable unidad, llegó a la final de la Copa del Rey, estando bien situada en la Champions y con posibilidades de ganar la Liga. En Montjuic perdió la Copa ante el Zaragoza e inició un declive que lo dejó sin premio alguno. El Barça de Guardiola fue diferente; no dependía del estado de gracia de sus individualidades, sino del juego de conjunto que Busquets, Messi, Puyol, Iniesta y Xavi aprendieron de niños en La Masia. En esencia, el mayor logro del equipo es el de una pedagogía, el de una infancia aprovechada en plenitud. No es casual que su único anuncio en el pecho sea el de la UNICEF. Rousseau lo habría dicho a su manera: “es más que un club”.

Cuando era candidato a director deportivo con la plantilla de Bassat, en las elecciones que finalmente ganó Laporta, Guardiola dijo que su desafío era dejar una huella en la arena. Casi todas las huellas son borradas por el mar, pero algunas perduran.

La fundación mítica de Barcelona proviene de una barca. Nada más lógico que el equipo de la ciudad se sirva de la mitología marina. Antes de alcanzar los trofeos, la huella de Guardiola ya estaba en la arena.

Aunque el Real Madrid hizo números de campeón, el Barça se quedó con la Liga, renovó la creencia en el juego de toque y se dio el lujo de golear a domicilio al equipo merengue 2-6. En la final de la Copa del Rey derrotó 4-1 a un enjundioso Athletic de Bilbao. El 27 de mayo se enfrentó a su prueba máxima, la final de la Champions ante el Manchester United, de Sir Alex Ferguson.

La historia del equipo ha tenido que ver con sedes clásicas. Después de Grecia venía Roma. En 1994 el joven Guardiola padeció en Atenas la aniquilación del Dream Team. El fútbol hedonista fue superado entonces por la trituradora del Milán de Fabio Capello. Guardiola entendió la lección a su manera: al Barça le faltó una dosis adicional de arte. 15 años después, Roma trascendió a Atenas.

Arsène Wegner, el francés que entrena al Arsenal con gesto de quien despeja teoremas, pronosticó que la estética barcelonesa no alcanzaría para levantar la copa conocida como “la orejona”. Los primeros diez minutos del partido hicieron pensar que estaba en lo cierto. El Manchester United encontró nerviosos a los artífices blaugranas.

Como Oscar Wilde, Johan Cruyff lanza verdades al modo de paradojas. Antes de la final dijo que tener un estilo era más importante que tener un trofeo. De este modo refutaba y confirmaba lo dicho por Wegner. El creador del Dream Team sugería que ser artista es más difícil que ser eficaz, pero, de manera implícita, aceptaba la posibilidad de la derrota. En 1521 el

Papa Clemente VII llamó a Roma a Benvenuto Cellini para que diseñara monedas. El oro circuló como una forma de la belleza. Fue lo que Xavi e Iniesta hicieron con sus pases el día de la Final. Detrás de ellos, Busquets trabajó como un minero y contribuyó a que se acuñaran las divisas del rey de Roma.

Los méritos de este equipo no se pueden resumir en una evanescente columna periodística, pero no todos los días se esculpe la Columna de Trajano.

Para los exaltados hinchas del Boca Juniors, el público del Camp Nou se parece demasiado al de la ópera: frío y conocedor. El miércoles 27 de mayo, la Curva Sur del Olímpico fue una fiesta. La gent blaugrana llenó las gradas desde una hora antes y sólo dejó de cantar en el camino de regreso, cuando los autobuses ya llegaban a los Pirineos.

Cerca de nosotros causó gran revuelo la llegada de Kluivert. El ex ariete barcelonés se sentó con la majestuosidad de un vencedor de la guerra de Cartago. Como la escena ocurría en la época digital, la estatua tuvo la generosidad de sonreír para las cámaras.

“¡No pasarán!”, decía una pancarta de la fanaticada del Manchester, más presentes en las calles romanas, donde entonaron himnos a deshoras, que en el estadio donde la pelota se convirtió en una isla independizada de Inglaterra.

Como todas las disposiciones italianas, la de no vender cerveza se acató en forma discrecional. Para librarse de la sospechosa evidencia de las botellas, algunos bares sirvieron cerveza en jarras del tamaño de “la orejona”, que podían ser vaciadas si llegaba un inspector.

Barça Campeón

Los aficionados del Roma alzan la pancarta Caput Mundi para recordar al adversario cuál es la capital del mundo. Con el gol de Messi, el Manchester United tuvo que rescribir la sentencia: Kaput Mundi.

Sir Alex Ferguson, que aspiraba a convertirse en el primer estratega que retiene la Champions, fue vencido de modo imprevisto. En el minuto 70, la Pulga Messi remató de cabeza ante el portero Van der Sar. ¿Quién hubiera pensado que Inglaterra perdería por aire? Ajeno a toda determinación física, el fútbol es extraño. El más pequeño vio la ubicación del gigante, y lo pasó por alto. Arrullado por los pases de Iniesta y Xavi, el 2-0 fue definitivo.

El júbilo por el histórico triplete (Copa, Liga y Champions) produjo escenas memorables. Piqué se acercó a la portería sur y cortó las redes como un pescador que ha atrapado una sirena; los jugadores mantearon a Guardiola (el jugador que inició sus días en el fútbol como recogebolas se convirtió en balón); el novato Bojan quiso jugar y chutó a campo abierto, como un niño magnetizado por la posibilidad de estar ahí.

Manteando a Guardiola

En 1994 Guardiola cayó en Grecia ante los legionarios de Capello. En 2009 regresó a Roma para cumplir una sentencia latina: Ars longa vita brevis. En efecto: el arte dura, la vida es breve.

Mientras el Barcelona se confirmaba como el mejor equipo del planeta, en la Ópera de Roma se celebraba la última función de Pagliacci, en versión de Franco Zeffirelli. Cristiano Ronaldo miraba el cielo que no le había sido propicio y los jugadores del Barcelona se tiraban sobre el césped con inagotable regocijo. En la Ópera, Tonio decía la más célebre de sus frases: “La commedia è finita!”

Un año de espectáculo y pasión había terminado. El Barça de Guardiola comenzaba a convertirse en una forma del recuerdo que pronto merecerá la inagotable narración de la leyenda.

8 de febrero de 2011

La wikirrevolución del jazmín

OBSERVATORIO GLOBAL

www.lavanguardia.es

La revolución del jazmín no será tan fácil de doblegar porque es una revolución basada en la libre comunicación

Manuel Castells

Las masivas protestas que derrocaron al dictador tunecino Ben Ali muestran nuevamente el poder de los movimientos sociales espontáneos en un entorno de comunicación digital. El proceso, que en menos de un mes hundió un régimen sólidamente asentado desde 1987, ha seguido una pauta familiar: un hecho dramático desborda la indignación contenida por el temor, suscita manifestaciones que reprime la policía y de inmediato las imágenes de represión y los mensajes de protesta se difunden en las redes sociales de internet, amplificando el movimiento hasta que los medios de comunicación no controlados por el Gobierno –en este caso Al Yazira– informany retransmiten las imágenes ymensajes que cuelgan los manifestantes en YouTube y otras webs. Conforme se difunde la protesta, se activan las redes móviles, los SMS, los twitts y las páginas en Facebook y otras redes, hasta construir un sistema de comunicación y organización sin centro y sin líderes, que funciona con suma eficacia, desbordando censura y represión.

En pocos días, decenas de miles de personas se unieron a Facebook y otras redes sociales. El grupo más popular en Facebook se llamaba “Su gente se está quemando, señor Presidente”. Y eso que ahora los gobiernos ya están avisados y ponen en marcha la ciberguerra y la censura en internet, borrando información en Facebook y bloqueando páginas de activistas, quienes respondieron con humor llamando al “Error 404” –característico de una interferencia informática– el “Ammar 404”, nombre del censor jefe. Pero cuando se desencadena el poder internauta es difícil contenerlo, como muestra la difusión viral de un videoclip del rapero Ben Amor, el General, que animó a los jóvenes a protestar. Y es que la conexión entre juventud y la cultura de internet está en la raíz del nuevo poder popular: en Túnez, como en muchos países musulmanes, la mitad de la población tiene menos de 25 años.

Por eso podemos hablar de wikirrevolución. O sea, de una revuelta cogenerada sin estrategia central, por la simple indignación de miles de jóvenes dispuestos a arriesgar sus vidas. No tanto, como se ha escrito, por el efecto de la revelación de cables estadounidenses por Wikileaks sobre la corrupción del régimen. Porque los tunecinos no necesitaban a Wikileaks para saber la corrupción profunda de su gobierno (la familia controlaba la mitad de las grandes empresas del país). La chispa que encendió la hoguera provino de la rabia subsiguiente a la autoinmolación del joven vendedor ambulante Mohamed Buazizi en la ciudad de Sidi Buzid. Y su suicidio fue un último grito contra la humillación cotidiana a que le sometía la policía local.

En ese gesto de morir por su dignidad se reconocieron muchos jóvenes, incluido otro del que se habla menos, Lahsin Naji, que se electrocutó colgándose de un cable de alta tensión en Sidi Buzid mientras gritaba: “Basta de miseria, basta de paro” (el paro juvenil rebasa el 40%). Cuando la policía ocupó Sidi Buzid, la revuelta se extendió por otras ciudades hasta llegar a Túnez. Y cuando, tras 72 muertos, se dio orden al ejército de disparar, los jefes militares se negaron y se interpusieron frente a la policía política. Conforme se difundían las revueltas, la televisión por satélite, que tenía la mitad de la audiencia frente a la infumable propaganda televisiva oficial, empezó a difundir reportajes especiales –en particular Al Yazira–, pero también la BBC en árabe, France 24, Al Hiwar y otras, captando la atención del mundo árabe (curiosamente mucho menos en el mundo occidental, pese a la emisión en inglés y francés). Al Yazira creó un sistema interactivo con la información difundida por internet por los propios ciudadanos, usándolos como fuente documental y también organizando grupos en Facebook, y transmitiendo directamente a los móviles de forma gratuita. Así parece emerger el nuevo sistemade comunicación de masas construido como mezcla interactiva y multimodal entre televisión, internet, radio y plataformas de comunicación móvil. La comunicación del futuro ya se usa en las revoluciones del presente.

Obviamente, no es la comunicación la que origina la revuelta. Esta tiene causas profundas en la miseria y la exclusión social de buena parte de la población, en la pantomima de democracia, en el oscurantismo informativo, en el encarcelamiento y tortura de miles de personas, en la transformación de todo un país en la finca de las familias Ben Ali y Trabelsi con el beneplácito de EE.UU., los países europeos y las dictaduras árabes. Pero sin esa nueva forma de comunicación la revolución tunecina no hubiera tenido las mismas características: su espontaneidad, la ausencia de líderes, el protagonismo de estudiantes y profesionales, junto con los políticos de la oposición y los sindicatos jugando un papel de apoyo cuando estaba el proceso en marcha.

Es más, el efecto directo de la caída del régimen ha sido una extraordinaria primavera de libertad de prensa. El insufrible canal 7 se convirtió en Televisión Nacional Tunecina e informa con independencia, como la popular radio Mosaique y los principales diarios Al Churuk y Al Sarih, que ahora exponen en titulares la corrupción del régimen una vez que los periodistas echaron a los directores. Esta comunicación libre hace difícil a los políticos de la transición manipular el proceso como quieren. Cada intento de gobierno continuista se encuentra con una oleada de informaciones sobre los nuevos líderes que alienta la persistente protesta popular contra un cambio de fachada. De modo que, aunque, como siempre en la historia, los mismos perros con distintos collares y con los mismos amos se aprestan a retomar el poder, la revolución del jazmín no será tan fácil de doblegar porque es una revolución basada en la libre comunicación. Quienes mejor lo saben son los regímenes árabes que están en estado de alerta. Ya ha habido diez autoinmolaciones de protesta en Egipto y otros países, las manifestaciones se suceden, internet se puebla de llamamientos y debates y Al Yazira gana audiencia en una juventud que siente el embriagador aroma de la libertad.

Rockxilada: “Different Gear, Still Speading”, Beady Eye y su cruz: Oasis.

Por rOOsEh!
para nerd2.net/


En este espacio, cada vez que se consideran las diversas opciones que ameriten contar alguna historia o acontecimiento, se toma un tiempo para llevar a cabo una modesta investigación para determinar finalmente, qué será lo que se lea cada una de las semanas en que se publica una nota referente al rock. De igual manera, uno de los objetivos de cada una de las publicaciones, es crear polémica, discusión y retroalimentación para mejorar, pero sobre todo, crear relevancia en este espacio.

Es por lo anterior que me he aventurado a escribir, con toda la intención de ser ecuánime y dejar a un lado mis juicios y gustos musicales, sobre una agrupación nueva pero vieja, buena pero mala, amada pero odiada, rockera pero popera: Los “Beady Eye”:

Para contextualizar como es debido, para los que ignoren, Beady Eye es una agrupación que nace tras la muerte de la banda Oasis en 2009, en donde su ex vocalista principal Liam Gallagher, tras la definitiva, de tantas peleas con su hermano Noel Gallagher (ex vocalista y compositor principal), decide junto el resto de la banda Gem Archer, Andy Bell y Chris Sharrock, crear un sonido, que, supuestamente, tal como sus propias palabras describen “será mucho mejor que Oasis”.

Si bien, el caso inicial de esta publicación era dar a conocer un material contemporáneo que pudieran adquirir o no adquirir, criticar o alabar, todo esto con el fin de enriquecer su biblioteca y sapiensa musical. Sin embargo, las curiosidades y polémicas que rodean el primer material de Beady Eye Different Gear, Still Speading”, me obligaron más bien a puntualizar una serie de eventos y comentarios que sí, incluyen el contenido musical, pero también, giran total y completamente en Oasis:

· Publicidad: Si el largo plazo es una característica de la visión de Beady Eye, parecería pertinente analizar lo que se sigue haciendo en el mundo con el éxito de Oasis, y es que desde el pasado 24 de enero, muchos de ustedes ya habrán podido ver en sus televisiones el comercial de la multinacional Coca Cola “Razones para creer”, en donde un coro de niños interpretan “Whatever”, parte del EP lanzado en 1994 con el mismo nombre, el primer sencillo de la Oasis en llegar a los top musicales de Inglaterra, y además, autoría de Noel Gallagher.

· La crítica: Checando la gran cantidad de artículos que difunden o critican el nuevo proyecto de Liam, y además considerando los tres singles que ya están públicos en la red, los comentarios generales tienden, a los que están a favor o en contra de cualquiera de los hermanos Gallagher, en una obligada comparación, que incluso, tiene tintes de expectativas de una ansiada competencia, existente desde los primeros días de Oasis.

· Declaraciones tradicionalmente polémicas: Noel Gallagher, y según a lo que la información se limita, ha sido en mayor medida prudente en sus declaraciones públicas, al respecto de Liam, sobre la separación y surgimiento de Beady Eye. Este último, incluso, sigue mostrando descaradamente su auténtica cualidad: el egocentrismo.
· El álbum: Y bueno, ya enunciando la inevitable cruz que cargará Beady Eye respecto a sus antecedentes y su contexto, hablando de lo que ya podemos escuchar sobre su próximo material, siguen más y más comparaciones:

o Bring the Light: Primer single, a luz pública el 10 de noviembre de 2010. Pegajoso el coro (colaboraciones femeninas en éste), tintes del rock & roll cincuentero y sesentero básico, acompañamiento del piano, nada novedoso.
o Four Letters words: Segundo single, diciembre del año pasado. Destaca la supremacía de las guitarras, la implementación de la distorsión en las mismas, y la rítmica asemeja mucho a gran cantidad de canciones de Oasis, pero no de las mejores. En definitiva, sigue siendo nada nuevo.
o The Roller: El más reciente, lanzado el mes pasado. Y éste es mi favorito, ya que la primera vez que lo escuché, enseguida recordé a uno de mis cantautores favoritos: Lennon. Lamentablemente, ni en eso innova la agrupación, ya que una de las características de Oasis, era la marcada influencia beatlemana en sus canciones, ejemplo claro de la influencia o plagio del ritmo lennoliano: “I’m outta time”

Y pa concluir, y antes de ponerles el video tradicional, les informo que el disco completo de Beady Eye “Different Gear, Still Speading”, estará a la venta el 28 de febrero del año en curso, siendo ya uno de los más esperados, no sólo para los fanáticos de Oasis y del mismo Beady Eye, sino para gran parte de la comunidad musical rockera, y mucho, por el lado del morbo. Mientras les dejo The Roller, el tercer single de Beady Eye, aquel bien Lennonliano, júzguenle ustedes mismos...


La vida en Red

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Alejandro Carrillo Correa

Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

La radio dice que el 36% de las personas visitan su twitter después de hacer el amor. En América Latina una de cada tres personas son usuarios de Internet y en México, seis de cada diez jóvenes ente 12 y 19 años tienen acceso a este servicio de los cuales cuatro de cada diez acceden diario a una red social. En 1996 Federico Kuhlmann y Antonio Alonso plasmaron en “Información y Telecomunicaciones” lo que sería el futuro de las tecnologías de la comunicación en base a una serie de proyecciones de los avances tecnológicos de la época. Si bien es cierto que muchas de las predicciones de estos autores hoy son toda una realidad, también es cierto que en la actualidad contamos con un sinnúmero de posibilidades tecnológicas que hace diez años jamás hubiéramos calculado. Tal es el caso de uno de los fenómenos sociales más comunes en nuestros días: las Redes Sociales, esa aldea global capaz de reducir las distancias entre las personas y aumentar la comunicación a velocidades inconmensurables.

Las redes sociales son un fenómeno sin el cual no podríamos entender a la sociedad de la información y el conocimiento en la que vivimos y que representa una realidad tangible. El auge de estas tecnologías en los últimos años ha propiciado el interés de estudiosos de diferentes campos con la finalidad de comprender las consecuencias, prácticas y significados que las personas le dan a estos sitios. Sin embargo, las investigaciones en este campo aún son escasas.

En México, cuatro de los diez sitios de Internet más visitados por los usuarios son redes sociales. Si tomamos en cuenta que la naturaleza de YouTube corresponde a la de un sitio social, entonces hablaríamos de la mitad de los diez portales, según datos tomados por la compañía de medición de audiencias en Internet Alexa.

El autor Miguel de Moragas señaló hace 15 años que la reconceptualización de los medios vendría exigida por la profunda transformación tecnológica del sistema comunicativo. Esta transformación llegaría a implicar unas profundas alteraciones del uso de los medios, algunas ya evidentes (en mayor o menor grado según las clases sociales y el desarrollo de los países), muchas de ellas ya entrevistas por las experiencias en curso en los países más avanzados en materia de tecnología comunicativa.

Ya sea a través de videos, fotografías o comentarios, los mexicanos gustan de fomentar las relaciones humanas a través de las plataformas digitales. A continuación algunos datos sobre la utilización de las redes en nuestro país: En México existen más de 18 millones de cibernautas suscritos a una red social, y el 60% de los usuarios en México son mujeres. Los adultos de entre 25 y 40 años son los más activos, y representan el rango de edad con mayor crecimiento en los sitios de interacción social.

En promedio, cada usuario de Internet en nuestro país invierte alrededor de cuatro horas diarias en mejorar su perfil. Tanto mujeres como hombres utilizan la red social como un espacio de cortejo, pero los segundos tienen una mayor participación relacionada con actividades profesionales. Finalmente, de acuerdo con un artículo de la revista Etcétera, el tiempo de penetración de una red social en el gusto mexicano es de 3 años.

La dimensión técnica de la comunicación ha sustituido la dimensión humana y social, hasta el punto de que muchos ven en la sociedad del mañana una sociedad de la comunicación en la que se solucionará la mayoría de los males de la humanidad. Simultáneamente a este potente movimiento de tecnificación, se ha desarrollado otro aspecto de la comunicación, relacionado con la libertad de información y con las luchas por la democracia y por una sociedad abierta.

Estudiosos de la sociología de la comunicación afirman que las principales teorías de la comunicación han sido paulatinamente rebasadas por el avance tecnológico de los medios de comunicación, lo que obliga a hacer una revisión de las mismas y plantear un modelo acorde a las necesidades comunicativas de la sociedad actual, ya que los viejos paradigmas no contemplan las nuevas formas y los nuevos medios de comunicación y difusión de las ideas como los son las redes sociales en Internet. De esta idea surge lo que se conoce como la “reconceptualización de los medios”, que consiste en transformar a profundidad los canales de información de acuerdo con el desarrollo tecnológico. Lo que significa un proceso de cambio permanente tanto en la teoría como en la práctica.

De acuerdo con el sociólogo Manuel Castells, actualmente el 55 por ciento de los internautas accede a diario a una red social, el 81 por ciento tiene cuenta al menos en una, frente al 45 de hace un año. Los usuarios son cada vez más exigentes y selectivos, pues si bien en gran medida su uso tiene que ver mucho con el ocio y el entretenimiento, también empiezan a repuntar temas de interés social, ecológico, cultural y sobre todo político.

Se han incorporado nuevas herramientas y formas de interactividad en el espacio mediático. Los avances tecnológicos en materia de información y comunicación se reflejan en las relaciones que se dan mediante las redes sociales en Internet. Dicho fenómeno nos sitúa en una nueva fase de la sociedad que podemos calificar como postmediática. Se trata de una sociedad acelerada en la que la atención de los servicios ha logrado un alto nivel de segmentación. Personalización, instantaneidad, convergencia, flexibilidad, transparencia e interconectividad; todo abocado a la colaboración y la participación de los individuos.

El fenómeno mediático actual de las redes sociales es una semilla germinada tras la crisis de crecimiento de Internet, al inicio de este siglo XXI. De los conocimientos, recursos humanos y redes de relaciones establecidas entre los informáticos que se vieron envueltos o afectados por la explosión de la burbuja virtual surge, en primer lugar, la necesidad psicológica de mantener y alimentar esos contactos; y luego, poco a poco, esas redes interpersonales van creciendo y ampliándose hasta convertirse en algo más serio y organizado.

De acuerdo con Castells, el aumento de usuarios y miembros de redes sociales en el mundo, supone que con el paso del tiempo, el desarrollo de este tipo de tecnologías en Internet, incrementa el interés de los individuos en llevar una “vida social virtual”, que le proporciona a los usuarios sobrepasar los medios de información convencionales, con la finalidad de convertir a las RS en verdaderos medios de comunicación, pero sobre todo en medios de información con un sinfín de aplicaciones que le brindan a los cibernautas experiencias que los medios tradicionales no pueden ofrecer.

Las redes representan formas de interacción social definida como un intercambio dinámico entre personas, grupos e instituciones en diversos contextos. Hablamos de un sistema abierto y en construcción permanente que involucra a conjuntos que se identifican en las mismas necesidades y problemáticas, y que a la vez se organizan para potenciar sus recursos.

En las redes sociales tenemos la posibilidad de interactuar con otras personas aunque no las conozcamos, el sistema es abierto y obviamente se construye con lo que cada integrante de la red puede aportar, cada nuevo miembro transforma al grupo y el grupo no será el mismo si uno de sus miembros deja de ser parte de él. Las redes posibilitan la pluralidad y este elemento representa gran parte del dinamismo que le da vida a los grupos, cuya fuerza sobre el individuo permite generar nuevos vínculos de todo tipo, desde los afectivos hasta los de negocios.

Una sociedad fragmentada en minorías aisladas, discriminadas, que ha desvitalizado sus redes vinculares, con ciudadanos carentes de protagonismo en procesos transformadores, se condena a una democracia restringida. La intervención en red es un intento reflexivo y organizador de esas interacciones e intercambios, donde el sujeto se funda a sí mismo diferenciándose de otros.

El funcionamiento comienza cuando un grupo de iniciadores invitan a amigos y conocidos a formar parte de la red social, cada miembro nuevo puede traer consigo muchos nuevos miembros y el crecimiento de esa red puede ser geométrico o esférico. De esta forma encontramos que las redes sociales se han ido posicionando rápidamente y de forma considerable, a tal grado que los usuarios han encontrado en dichas redes no únicamente una forma para socializar de manera general, sino también representan un instrumento fundamental para el sector de negocios; lo que significa una alternativa importante en el sector empresarial como una nueva forma de comunicación con los clientes, lo que permite al mismo tiempo reducir costos de operación en las funciones comunicativas.

Gracias a este tipo de medios sociales, hoy es más fácil que nuca poner en marcha un negocio y relacionarse con millones de personas, pues ahora los medios masivos de comunicación tradicional no son los únicos en donde anunciarse, pero sobre todo no son los únicos que generan opinión pública. El poder de los nuevos medios de comunicación social se ha visto generalizado en los últimos cinco años.

Algunos estudios revelan que el tiempo que gastamos en redes sociales se ha triplicado en el último año. Los medios sociales han crecido para mantener amistades y desarrollar otras potenciales. Hoy en día las personas han incrementado su influencia sobre otras personas mediante las redes sociales, lo que en el pasado era prácticamente imposible para los individuos “comunes”.

Sin duda alguna las nuevas tecnologías nos inducen a pensar de manera diferente en comparación a como lo hemos hecho en el pasado. Cada vez hay una conectividad mayor entre los individuos mediante una red de telecomunicaciones y existe la posibilidad de que las diferentes redes sean interconectadas, hoy en día es toda una realidad estar conectado y tener acceso a una sola red para poder disfrutar de todos los servicios y aplicaciones que se ofrece la web. Seguramente no se verá revertido este hecho y la conectividad seguirá aumentando. Las comunicaciones entre las personas se hacen cada día más independientes del lugar donde se encuentran. Probablemente seguirán proliferando estos sistemas con accesos que den al usuario cada día una mayor movilidad.

Las redes de telecomunicaciones tienden a ser redes de "autopistas" de información digital de muy altas capacidades. Para una red no hay diferencia entre el transporte de datos correspondientes a voz, imágenes, textos, archivos provenientes de una computadora, o provenientes de otros tipos de fuentes. Los autores afirman que las redes de transporte inteligente de bits en un futuro alcanzarían velocidades de muchos millones de bits por segundo, hoy en día el futuro del que se habla en el texto ha sido alcanzado e incluso rebasado.

Podemos concluir este ensayo afirmando que la historia demuestra que cada día surgen nuevos desarrollos que eran inimaginables una o dos generaciones atrás, los avances tecnológicos se apoyan en todos los conocimientos y la experiencia acumulados a lo largo de la historia, desde las señales de humo y los caracoles usados por los pueblos indígenas en América, hasta las redes digitales globales, las fibras ópticas y los satélites de comunicación. Al final del día comunicación se llama el juego.


Bibliografía

· Kuhlmann, Federico y Antonio Alonso (1996) “Información y Telecomunicaciones” Fondo de Cultura Económica, México.

· Castells, Manuel (2006) “La Sociedad Red. Una Visión Global” Gedisa, Barcelona.

  • De Moragas Miguel (1993) “Sociología de la comunicación de masas” 3ª. Edición, Gustavo Gili, Barcelona.
  • Wolton, Dominique (2000) Internet, ¿y después? Una teoría crítica de los nuevos medios de comunicación” 1ª. Edición, Gedisa, Barcelona.
  • Valadez Calderón (2009) “Redes sociales: Usos en México” (PHP), en http://www.etcetera.com.mx/ México.
  • Fumero, Antonio (2009) “Las redes sociales” (PHP), en http://www.etcetera.com.mx/ México.
  • Gordhammer, Soren (2009) “Cinco formas en que las redes sociales están cambiando nuestras vidas” (PHP), en http://www.observatoriofucatel.cl/ Chile